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Tener una mascota en casa, además de ser una buena compañía, es beneficioso para la salud, asegura la ciencia.
Desde tener un mejor control de la presión arterial, hasta superar la depresión o disminuir la ansiedad, las mascotas, son un medicamento andante, peludo y cariñoso.
Los gatos son una de las principales y mejores opciones de mascotas, debido a su independencia, tamaño, carácter y necesidades básicas de cuidado tienen y que son fáciles para los amos cubrirlas. Tan sólo en Estados Unidos se estima que hay poco más de 40 millones de hogares con gatos.
¿Cómo los gatos ayudan a la salud?
Los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC por sus siglas en inglés) señala que un gato, más allá de ser un compañero de vida, aporta beneficios a la salud de sus humanos.
Mejoran la socialización de sus amos
Se les atribuye la “promoción de la socialización” entre personas mayores y pacientes con “discapacidades físicas o mentales”. Asimismo, brindan apoyo emocional, mejoran el estado de ánimo y contribuyen a la moral general de sus amos.
Crean mayor resistencia a las alergias
James E. Gern, pediatra de la Universidad de Wisconsin-Madison, desmintió la teoría sobre que los niños suelen desarrollar alergia si tienen animales en casa.
A través de un artículo publicado en el Journal of Allergy, el especialista dijo que los gatos, como otros animales con pelo, promueven una mayor resistencia a las alergias en niños pequeños, incluso se ha registrado que los niños tienen un menor riesgo de desarrollar asma si tienen mascotas peludas.
“El viejo pensamiento era que si su familia tenía una mascota, era más probable que los niños se volvieran alérgicos a la mascota. Y si venía de una familia propensa a las alergias, las mascotas deberían evitarse”, dijo el pediatra.
Ayudan a mejorar el estado de ánimo
Por su parte, un estudio publicado en Frontiers in Veterinary Science señala que las interacciones gatos-humanos “reducen los estados de ánimo negativos mensurables en la persona, por ejemplo, ansiedad, depresión e introversión”.
Los autores de la investigación identificaron que las personas se sienten deprimidas hasta que sus gatos se acercan a ellas y aceptan “la intención del gato de interactuar, lo que afecta el estado de ánimo de la persona”.
Otro hallazgo de la investigación se refiere a que los gatos cambian su comportamiento en respuesta al estado de ánimo o depresión de su humano como si supieran o sintieran que están tristes o deprimidos.
“En respuesta a la depresión del ser humano cuando está cerca de la persona, vocalizan con más frecuencia con la persona y frotan la cabeza y los flancos con más frecuencia”.
Previenen ataques al corazón
Por si esto no fuera suficiente, una investigación separada, publicada en Journal of Vascular and Interventional Neurology, dice que los ronroneos de los gatos tienen un poder curativo para prevenir ataques al corazón o derrames cerebrales.
Y es que los científicos creen que los gatos domésticos, a través de sus ronroneos a frecuencias entre 20 y 150 hertzios, ofrecen efectos calmantes que ayudan a controlar los síntomas de la disnea, disminuye la presión arterial y los síntomas de enfermedades del corazón.
Se estima que los dueños de gatos presentan hasta un 40 por ciento menos de riesgo de morir por problemas al corazón.
Son buenos animales de terapia
Los beneficios ya mencionados hacen que los gatos sean una alternativa para animales de terapia y de apoyo emocional en hospitales de hospicio o en residencias de adultos mayores.
Human-Animal Bond Research Institute equipara los beneficios de un perro de servicio al apoyo que brindan los gatos. Y es que se tiene registro que los gatos, al igual que los caninos entrenados para efectos médicos, pueden reducir el dolor en los humanos, mejoran su comportamiento, alivian la sensación de estrés y reducen los niveles del sentido de soledad.