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Cuando se padece de ataques de ansiedad frecuentes y graves, convulsiones o problemas para dormir, los médicos recomiendan tomar sedantes, tranquilizantes o ansiolíticos, también conocidos como Depresores del SNC.

Sin embargo, de acuerdo a información publicada por NBC News, algunos médicos temen que el alza en la prescripción de estos medicamentos puede contribuir a una nueva crisis de adicción.

De acuerdo al Instituto Nacional sobre el Abuso de Drogas (NIH, por sus siglas en inglés), los Depresores del SNC son de tres tipos: las benzodiacepinas, los medicamentos para dormir no benzodiacepínicos y los barbitúricos.

Las benzodiacepinas (conocidas también en inglés como benzos) son medicamentos como el diazepan (Valium), el alprazolam (Xanax), Librium, Klonipin, Halcion, Niravan, entre otros.

Estas medicinas se recetan para tratar la ansiedad, las reacciones agudas de estrés y ataques de pánico.

Por lo general, sostiene el NIH, las benzodicepinas no se recetan a largo plazo, pues lo pacientes pueden generar tolerancia, dependencia o adicción.

Los medicamentos para dormir no benzodiacepínicos, como el zolpidem (Ambien), eszopiclona (Lunesta) yzaleplón (Sonata) también actúan sobre los mismos receptores del cerebro que los primeros, pero se considera que tienen menos efectos secundarios y menos riesgo de dependencia.

Y los barbitúricos, según el NIH, se usan con menos frecuencia para tratar la ansiedad y trastornos del sueño porque pueden llevar a sobredosis. Por lo que aún son utilizados en procedimientos quirúrgicos y para tratar trastornos compulsivos.

Todos estos químicos actúan sobre los neurotransmisores en el cerebro de una persona produciendo un efecto de somnolencia o calma que estabiliza la situación del paciente.

NBC News entrevistó a la doctora Anna Lembke, jefe de medicina adictiva del Centro Médico de la Universidad de Stanford.

Lembke cree que las complicaciones que se generan por abusar de los benzos pueden estar generando una “epidemia escondida similar a la crisis de opioides”.

Y como los sedantes y tranquilizantes funcionan tan bien en los pacientes, pues los médicos siguen recetándolos.

Por lo que esta médico sugiere que hay que educar más a los doctores sobre los riegos que pueden generar los benzodiacepínicos.

De acuerdo al American Addiction Center, las personas que abusan de las benzodiacepinas  presentan ciertos síntomas físicos y psicológicos y de conducta.

Los síntomas incluyen: cambios de humor, debilidad, visión borrosa, somnolencia.  También confusión, mareos, coma, dificultad para respirar, problemas de habla.

También la persona puede empezar a pedir a familiares y amigos que le consigan más pastillas, conducir bajo los efectos del medicamente o combinar el medicamento bajo los efectos del alcohol y drogas.

Si la persona abusa crónicamente de los benzos puede llegar a sufrir de anorexia, ansiedad, temblores, dolores de cabeza, insomnio y problemas de memoria.

Y dado que con el tiempo el cuerpo genera tolerancia al a droga, la persona necesita cada vez más una dosis mayor del medicamento.

Cuando por una u otra razón la persona detiene el consumo, aparecen los síntomas de abstinencia, los cuales pueden ser mortales. Además, el proceso de desintoxicación debe ser monitoreado por un médico.

Por tal motivo, un grupo de médicos en Estados Unidos han creado la página en internet Benzodiazepine Information Coalition (en inglés).

En este sitio web los especialistas responden una serie de dudas. Por ejemplo, se considera como uso de larga duración de la benzodiacepina más de 2 a 4 semanas.

También que el consumo de este medicamento puede afectar una terapia de salud mental y complicar el embarazo.

Por lo tanto, si necesitas tomar benzos pregúntale primero a tu médico cuáles son los riesgos y ten claro que son para uso de para corto plazo o intermitentes.

Si padeces de ansiedad visita nuestra galería para conocer algunos consejos de cómo manejarla sin medicamentos.

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