En una búsqueda por reducir la ingesta de calorías, miles de personas en el mundo optan por los edulcorantes artificiales para sustituirla. Aunque estos productos se desarrollaron hace más de 100 años, su consumo se ha popularizado para endulzar bebidas y hacer postres con menos contenido calórico.
Suele pensarse que son sanos, pero decenas de estudios han demostrado que los edulcorantes artificiales son todo lo contrario e incluso propician el aumento de peso.
El diario de la Asociación Médica Canadiense publicó una revisión de 30 estudios. La investigación concluye que los edulcorantes artificiales, como el aspartamo, la sucralosa y el esteviósido no son nutritivos y tienen un impacto en la salud cardiometabólica.
Tras múltiples ensayos con mil participantes, los expertos notaron un aumento del índice de masa corporal entre las personas que consumían más de un producto al día con esas sustancias. Los resultados secundarios incluyeron ganancia de peso y obesidad.
“El consumo de edulcorantes no nutritivos se asoció con el aumento de peso y circunferencia de cintura, mayor incidencia de obesidad, hipertensión, síndrome metabólico, diabetes tipo 2 y eventos cardiovasculares”, señalan en su informe disponible en internet.
Aunque se necesitan más estudios para comprobar su riesgo, ésta es una primera advertencia.
La Secretaría de Salud señala que edulcorantes nutritivos, como el azúcar, “aportan energía a la dieta e influyen sobre los niveles de insulina y glucosa”. Mientras los no nutritivos “son potentes, su aporte energético es mínimo y no afectan los niveles de insulina”.
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