El tracto digestivo es un elemento clave para la salud, ya que es el encargado de absorber los nutrientes que el cuerpo necesita para mantenerse en óptimas condiciones y para eliminar no que no necesita.
Comer ciertos alimentos o hacer cambios drásticos en la dieta pueden alterar su buena función y provocar problemas de digestión y síntomas como inflamación, calambres, gases, dolor abdominal, acidez, náuseas, diarrea y estreñimiento.
De acuerdo con Johns Hopkins Medicine, estos problemas afectan a millones de personas en todo el mundo; el 15 por ciento de las personas en países occidentales experimentan de forma grave el síndrome del intestino irritable (SII) que es un tipo de sensibilidad intestinal.
El sistema digestivo puede volverse más irregular con la edad, pero hay formas de mantenerlo sano y de ayudarlo a que funcione sin problemas, dice el doctor Kyle Staller, director del laboratorio de motilidad intestinal del Hospital General de Massachusetts, afiliado a Harvard.
“La digestión es una evolución constante. Espere que surjan nuevos problemas a medida que envejece”, dice.
La alimentación es una de estas formas. A continuación te dejamos con algunos alimentos que ayudan a la digestión, según Johns Hopkins.
Los granos integrales son una importante fuente de fibra que promueve el correcto funcionamiento de los intestinos y evitan el estreñimiento.
De acuerdo con Johns Hopkins, al día se recomienda la ingesta de al menos 25 gramos de fibra al día.
Elegir los alimentos integrales sobre los carbonatos refinados contenidos en pan blanco y la pasta, aportan nutrientes añadidos como ácidos grasos omega-3.
La espinaca o la col rizada son fuentes ricas en fibra, además de ácido fólico, vitamina C, vitamina K y vitamina A.
Además, estas verduras de hoja verde contienen cierto grado de azúcar sana que impulsa el crecimiento de bacterias sanas en el intestino y de microbioma en el colón.
Las personas con SII u otra sensibilidad intestinal deben consumir proteínas magras para reemplazar los alimentos ricos en grasas como la carne roja y los alimentos fritos que pueden desencadenar contracciones del colon.
La proteína magra se encuentra principalmente en la carne de pollo, pescado, ternera o conejo.
Las personas propensas a generar gases o a presentar inflamación abdominal, deben evitar las frutas con fructosa o con altos contenidos de azúcar como las manzanas, peras o mangos.
Por el contrario, deben consumir más bayas, plátanos y cítricos como las naranjas y las toronjas.
Es considerado un superalimento rico en fibra y nutrientes básicos como el potasio, que ayuda a promover la función digestiva.
Además, es un alimento con bajo contenido de fructosa que puede reducir la producción de gases.
Este alimento es rico en probióticos, que son bacterias y levaduras vivas que ofrecen beneficios al sistema digestivo.
El yogur, en especial el bajo en grasa o el griego, contiene proteínas, calcio y potasio que ayudan a mantener el sistema digestivo sano y la salud en general.
En exceso o en un consumo contínuo, algunos alimentos pueden promover el riesgo de inflamación, acidez y diarrea.
Los especialistas sugieren evitar o reducir el consumo de:
Chocolate con leche o blanco
Edulcorantes artificiales
Alimentos grasosos
Alcohol
Bebidas carbonatadas o bebidas azucaradas
Carbohidratos refinados
Alimentos con alto contenido de grasas saturadas, como queso y crema
Alimentos picantes
Café y otras bebidas ricas en cafeína
Asimismo, existen hábitos que complican la digestión como comer demasiado rápido o ir a dormir inmediatamente después de comer.
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