Una vez más, la semana inició con una nueva ola Kardashian que se apoderó de las redes sociales. Resulta que las hermanas se reunieron para celebrar una fiesta sorpresa en honor de Khloe, quien ayer, 27 de junio, cumplió 33 años.
Como ya es costumbre, las chicas dedicaron buena parte de la noche a postear sus experiencias convertidas en selfies en sus redes sociales. Para no desconcertarnos, cada una de las imágenes era impecable y resaltaba sus rostros y figuras perfectamente planeados.
El centro de atención resultaron ser los impresionantes abdominales de la primogénita de la familia, Kourtney Kardashian.
Madre de tres, la hermana mayor parece ser la menos controversial. Su figura más natural no la posiciona dentro de la lista de los traseros más célebres de Estados Unidos. Aún así, como buena Kardashian, su nombre no logra mantenerse lejos de los titulares por mucho tiempo.
En su caso, esto se debe principalmente a su complicada relación con el padre de sus hijos, Scott Disick. Durante años, la pareja ha terminado y vuelto a construir su relación en numerables ocasiones.
La parte interesante no es tanto cuándo se acaba y reinicia, sino la etapa interina, durante la cual ambos exploran sus posibilidades con nuevas parejas.
En entrevistas Kourtney ha confesado ser una fanática del ejercicio. Aunque pasó unos meses complicados para deshacerse de los kilos adicionales que ganó durante su tercer embarazo, parece que sus días de tallas mayores han quedado atrás.
En una entrevista con This Morning, la celebrity declaró que “cuando sé que se acerca la temporada de bikinis o que tengo un viaje o algo para lo que quiero estar extra en forma hago fondos en la tina para tonificar mis tríceps”.
Además de admitir que en esas temporadas procura visitar el gym al menos seis veces a la semana, también dijo que hace ejercicio en casa, como sus 100 sentadillas rutinarias antes de bañarse.
Bienvenida sea esa obsesión por el ejercicio. Parece que la falta de un hombre a su lado la hace lucir increíble.