Una universidad en Colorado, estado que a partir de 2024 permitirá el cultivo y consumo legal de los hongos psicodélicos, anunció este miércoles que estudiará sus potenciales beneficios médicos para la depresión y otras enfermedades mentales.
El Centro Médico de la Universidad de Colorado (UCHealth) será el primero en más de medio siglo en Estados Unidos en realizar pruebas clínicas en pacientes con depresión "resistente a otros tratamientos".
La universidad precisó en un comunicado que indagará sobre las posibilidades médicas de la psilocibina, que es su ingrediente activo, con la meta de desarrollar nuevos tratamientos.
Este estudio, sin embargo, no hace mención que se relaciones con con la Proposición 122, aprobada en Colorado por voto popular en noviembre pasado, que permitirá que a partir de 2024 los mayores de 21 años en este estado cultiven y consuman legalmente hongos psicodélicos.
Aunque la psilocibina sigue siendo ilegal en el marco de las leyes federales, la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, en inglés) aceptó estos estudios.
Igualmente otras universidades se enfocarán en otros psicodélicos como la ayahuasca (planta tropical con propiedades alucinógenas) y el MDMA, también conocido como "éxtasis".
El estudio se justifica, explicó el neurocientífico de UCHealth Scott Thompson, debido a que "el trastorno depresivo mayor es uno de los síndromes neuropsiquiátricos más comunes y costosos" y porque estudios preliminares indican que "una sola dosis de psilocibina puede ayudar a las personas con depresión hasta por un año".
"Por eso la gente está tan entusiasmada con este trabajo", afirmó Thompson, que ha trabajado el impacto de esa sustancia en el cerebro de ratones, donde se demostró que lo reajusta.
"Para las personas con depresión, hay circuitos en el cerebro que no funcionan correctamente. Y los compuestos de la psilocibina pueden ayudar a restaurar y reparar esos circuitos para que se comporten correctamente. No sabemos exactamente cómo, pero la psilocibina esencialmente puede reparar el cerebro", indicó Thompson.
"Sabemos que los cerebros de las personas con depresión funcionan de manera diferente a los cerebros de los sujetos de control sanos. Y sabemos que la administración de compuestos psicodélicos tiende a reducir esas diferencias", agregó.
El estudio comenzará dentro de algunos meses, luego de que el Departamento de Psiquiatría seleccione a 40 pacientes con depresión.
El estudio busca proveer a los médicos información necesaria para que aconsejen a sus pacientes sobre el uso de psicodélicos a través de reportes provistos por estos, observación de su conducta y medición neuronal (imágenes del cerebro).