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Desde que Donald Trump y su familia fueron puestos en el ojo público no se salvan de las críticas o los buenos comentarios, pero si de moda se trata, las mujeres del clan son las que muestran la casta.
Melania Trump, por ejemplo, recibió críticas y halagos a partir del vestido Ralph Lauren que lució el día de la toma de posesión de la presidencia de Estados Unidos.
Sin embargo, Donald Trump no es ajeno a la moda. De hecho es muy quisquilloso al momento de elegir sus trajes. Aún cuando expertos de la industria aseguran que sus elecciones de corte y estilo son pobres.
Si bien es cierto que Trump será siempre recordado por sus desastres políticos, expertos de moda y sastrería aseguran que el presidente de Estados Unidos contribuirá en el sector de la moda al romper con el convencional traje de negocios.
La prensa estadounidense asegura que Trump tiene la habilidad de hacer pasar por barato cualquier traje, aunque éste sea muy caro. Trump ha sido criticado por la elección de los tejidos y brillos en sus trajes. Una sorpresa considerando que la firma en la que confía el mandatario para vestirlo es la prestigiada Brioni.
En noviembre del año pasado, Business Insider publicó: “Sus trajes están cortados demasiado anchos, con piernas absurdamente amplias y mangas que son demasiado largas. Hace que todo el juego se vea barato.”
La revista GQ incluso se tomó el tiempo de crear un video en el que “rediseñaba” el estilo de Trump, recomendando un corte más ajustado, un saco abotonado y una corbata que no rebasara su cintura.
La firma de trajes comenzó en 1945, cuando el sastre Nazareno Fonticolo y el empresario Gaetano Savini decidieron abrir un taller en la vía Barberini, en Roma. Desde entonces, se distingue por confeccionar totalmente a mano más de 6 mil puntadas en cada traje, hechos exactamente a la medida del cliente.
Pero eso no es todo. El resultado final es un diseño distinto para cada uno de los clientes y el más barato cuesta 3 mil euros. Esta firma trabaja con tejidos exclusivos e invierte al menos 22 horas en cada traje.
En 2004, en su libro Think like a billonaire, Trump reconoció que la marca le otorgó trajes para el programa de televisión The Apprentice y parece que desde entonces no los quiere dejar de utilizar.
En Estados Unidos, le han llovido críticas por elegir una marca europea en lugar de una firma local que contribuya al favorecimiento de la creación de empleos. Sin embargo, también ha vestido trajes de Martin Greenfield Clothiers, un sastre de Brooklyn reconocido por vestir a Bill Clinton y Barack Obama.
Pero no podemos olvidar la necesidad de impresionar de Trump. Brioni es una de las firmas preferidas de famosos y empresarios de todo el mundo, entre ellos uno de los personajes de ficción más elegantes, James Bond, interpretado por Daniel Craig y Amancio Ortega, uno de los hombres más ricos del mundo.
Si un Brioni le queda mal a este hombre, probablemente se deba más a su propia figura que al costurero detrás de la pieza. Como ya lo han dicho los críticos de moda, poco importa la marca cuando Trump se dedica a arruinarla.
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