Un padre de Colorado, Estados Unidos, comparó el uso de los teléfonos inteligentes la adicción a las drogas, el alcohol y la tecnología y creó un frente de padres de familia contra estos aparatos.
Tim Farnum también lanzó una iniciativa local para prohibir la venta y posesión de “smartphones” a menores de 13 años. Quien la viole, podría ser multado con hasta 2 mil dólares. Argumenta que así se protegerá el “estado natural de la infancia”.
El hombre notó que sus hijos vivían absortos en la pantalla de los celulares y señala que el problema alcanzó su punto máximo cuando le quitó el teléfono a uno de sus hijos y el chico tuvo un berrinche que “fue parecido al de los adictos”.
La conclusión de Farnum fue que los teléfonos inteligentes provocan un daño irreversible en los niños y espera que su iniciativa sea aprobada en 2018. Aunque suma adeptos, algunos expertos la critican por la “falta de sustento”.
El estudio “Impacto de la tecnología en niñas y niños” de la asociación chicos.net informa que la perplejidad y preocupación de los padres respecto al uso de la tecnología por parte de los niños presenta dos vertientes: cuando los padres confunden su menor pericia tecnológica con menor autoridad y cuando subestiman su poder para establecer criterios de restricción y protección.
Es decir, el problema no está en los celulares por sí mismos, sino en la capacidad de los padres para establecer límites. Son dos generaciones distintas en convivencia. Los estudios de chicos.net han demostrado que los niños tienen una inteligencia visual más desarrollada y un procesamiento más rápido de la información, aunque también menos crítico. Por lo que la educación de los padres es fundamental
“Los adultos suelen caer en distintos prejuicios con respecto a las tecnologías. Algunos se relacionan con el temor a la “pérdida” del tiempo de los hijos, el aislamiento, imitación de comportamientos violentos de los videojuegos o el “no jugar” usando la imaginación. Sin embargo, se comprobó que los niños no confunden la vida real con la virtual”.
Aunque las restricciones del tiempo en internet son importantes, los padres deben supervisar la actividad de sus hijos. Debido al uso personal del móvil se torna complicado, pero es necesario. “Si los niños cuentan con criterios internos de cuidado y juicio crítico en la vida real, también los tendrán cuando estén on-line”, señalan los expertos.
Revisa en nuestra galería algunos consejos de chicos.net para asegurar la actividad de tus hijos en la web.