La Organización Mundial de la Salud (OMS) reportó, hasta el 18 de marzo, 191,127 casos de contagio y 7,807 muertes por Covid-19 en todo el mundo.
Afrontar la muerte de un ser querido durante la pandemia es aún más doloroso porque las autoridades han recomendado limitar la asistencia a los funerales y no hacer misas con mucha gente.
En Estados Unidos, el presidente Donald Trump instó a evitar los grupos de 10 o más personas para evitar la propagación del nuevo coronavirus.
Estados Unidos tiene reporte de 150 muertes por Covid-19. Ante esta situación, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) ofrecieron alternativas y orientación a la Asociación Nacional de Directores Funerarios.
Durante una conferencia de prensa, David Berendes, epidemiólogo ambiental, dijo: “Por ejemplo, si es posible transmitir en vivo y limitar la asistencia en persona a la familia inmediata, lo alentamos. Además, promover el distanciamiento social en el evento, independientemente del tamaño, y promover la higiene de las manos también es importante”.
Berendes sugirió limitar el número de pacientes vulnerables en funerales de personas que hayan muerto por Covid-19.
El riesgo de propagación del coronavirus durante los funerales no necesariamente proviene del cuerpo de quien perdió la vida. Las autoridades sanitarias han sido enfáticas al puntualizar que aún no se tiene certeza del riesgo de contagio por estar en la misma habitación con cuerpo de un fallecido. Sobre todo porque el virus es muy reciente.
Sin embargo, tienen claro que hay riesgo en los funerales por el número de personas aglomeradas y vulnerables. Además, porque es frecuente dar abrazos y besos en estas situaciones.
“Si lavar el cuerpo o cubrirlo son prácticas religiosas o culturales importantes, se alienta a las familias a que trabajen con los líderes culturales y religiosos de su comunidad y el personal de la funeraria para reducir al máximo su exposición”, anotó la doctora Sarah Reagan-Steiner.
Los CDC publicaron una guía provisional para orientar a los médicos forenses, patólogos, directores de funerarias y otros trabajadores que participan en la atención postmortem de un fallecido por Covid-19.
La agencia Reuters informa que en todas partes donde ha llegado el coronavirus “los tradicionales rituales para honrar a los muertos y consolar a los afligidos han sido anulados total o parcialmente por miedo a la propagación del contagio”.
“El virus está reconfigurando muchos aspectos de la muerte, desde las cuestiones prácticas de la gestión de los cuerpos infectados hasta la atención de las necesidades espirituales y emocionales de los vivos”.
Gráfico. Mitos sobre el coronavirus desmentidos por la OMS