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Este 31 de mayo es el Día Mundial sin Tabaco. Vale la pena recordar que, según la Organización Mundial de la Salud, el tabaco es una de las mayores amenazas para la salud pública que ha tenido que afrontar el mundo.
“Mata a más de 7 millones de personas al año, de las cuales más de 6 millones son consumidores directos y alrededor de 890 mil son no fumadores expuestos al humo ajeno”.
De acuerdo con la Escuela de Medicina de la Universidad de Harvard, 45 millones de estadounidenses han renunciado al tabaco y muchas ciudades prohíben fumar en lugares públicos.
No obstante, más del 20% de los adultos aún fuman, y el hábito sigue siendo más frecuente en los hombres que en las mujeres. Trágicamente, miles de adolescentes comienzan a fumar todos los días.
Fumar tiene consecuencias graves para la salud: aumenta el riesgo de enfermedades crónicas, disminuye la esperanza de vida y puede conducir a bronquitis y neumonía.
Por si fuera poco, aumenta el riesgo de padecer cataratas, sinusitis y trastornos dentales hasta envejecimiento de la piel, acidez estomacal, diabetes, osteoporosis y disfunción eréctil.
Siempre es un buen momento para dejar el tabaco y los beneficios son múltiples. Harvard explica que al cabo de uno días de dejar de fumar, los vasos sanguíneos recuperan sus funciones.
En pocas semanas, mejora el sentido del gusto y el olfato. Después de meses, los síntomas de la bronquitis crónica disminuyen y la función pulmonar mejora en un año.
“Dejar de fumar reduce el riesgo de ataque cardíaco y accidente cerebrovascular en un plazo de dos a cinco años. Y el riesgo de cáncer de pulmón comienza a disminuir sustancialmente dentro de cinco a nueve años después de dejar de fumar”, señalan.
Quienes dejan de fumar mejoran su vida sexual, pues el tabaco daña los vasos sanguíneos y es una causa importante de disfunción eréctil.
Conoce en nuestra galería la “guía” de Harvard para dejar de fumar.