Tomar un baño caliente aporta varios beneficios a la salud física. Según sugieren los especialistas, ayuda a calmar los dolores de articulaciones, elimina el estrés y promueve un mejor y más largo sueño.
Pero un nuevo estudio publicado en marzo de 2020 en la revista Heart señala que los baños calientes diarios se vinculan con una buena salud cardíaca.
Un grupo de científicos encontraron que los baños a altas temperaturas se asocia con un 28 por ciento menos de riesgo de enfermedad cardíaca y un 26 por ciento menos de riesgo de sufrir accidentes cerebrovasculares.
Según las hipótesis, los baños calientes protegen al <span >corazón</span> porque se asocian con una disminución en los niveles de presión arterial.
Asimismo, tienen un efecto preventivo contra las enfermedades del corazón al mejorar la función hemodinámica, es decir la forma en que la sangre bombea eficientemente a través del cuerpo, dice Eric Brand, cardiólogo y lipidólogo del Hospital Yale New Haven,
Los investigadores llegaron a esta conclusión luego de analizar información médica y estilo de vida de más de 30 mil personas de mediana edad durante 20 años, ésta incluyó datos sobre peso corporal, frecuencia con la que hicieron ejercicio, consumo de alcohol y cigarros; así como horas de sueño, estrés mental percibido, educación y disfrute de la vida.
La temperatura del agua también influyó en los resultados, ya que hubo un 26 por ciento menos de riesgo de enfermedad cardíaca con agua tibia y un 35 por ciento menos de riesgo de enfermedad cardíaca por agua caliente.
“Descubrimos que el baño frecuente en la bañera se asoció significativamente con un menor riesgo de hipertensión, lo que sugiere que un efecto beneficioso del baño sobre el riesgo de [riesgo cardiovascular] puede deberse en parte a un menor riesgo de desarrollar hipertensión”, dijeron los autores en el estudio.
Esta investigación refuerza otras que que sugieren que los baños calientes, principalmente en la bañera y no en la ducha, proporcionan beneficios similares a los del <span >ejercicio</span>.
El editorial del estudio señala que los baños calientes no están exentos a significar un riesgo a pesar de que ayuda a la función cardíaca, ya que el agua muy caliente está asociada con la “muerte súbita”, especialmente en los adultos mayores, por ahogamiento accidental, ataque cardíaco producido por el repentino cambio de temperatura corporal o por un golpe de calor que el cuerpo no es capaz de controlar por medio del sudor.