De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), el sobrepeso y la obesidad se definen como una acumulación anormal o excesiva de grasa que puede ser perjudicial para la salud.
Desde 1975, la obesidad se ha casi triplicado en todo el mundo. “En 2016, más de 1,900 millones de adultos de 18 o más años tenían sobrepeso, de los cuales 650 millones eran obesos”, anotan.
No hay una receta mágica para perder peso. Lograrlo de manera duradera requiere de una transformación de los hábitos alimenticios y de ejercicio. No obstante, algunos cambios en tu vida diaria también pueden ayudarte a avanzar.
El Informe de salud de la Universidad de Harvard enlista unos hábitos sencillos que puedes comenzar a implementar en tu vida. Recuerda que lo principal es adoptar una dieta saludable y realizar actividad física.
La Escuela de Medicina de la Universidad de Harvard señala que una meta pequeña y realista te ayudará a no desistir y a alcanzar tu objetivo. Sugieren establecer la meta de perder del 5% al 10% del peso, concediendo suficiente tiempo y flexibilidad. “Las personas tardan al menos seis meses en alcanzar ese grado de pérdida de peso”.
Adopta el hábito de anotar los alimentos que comes y cuánto ejercicio realizas a diario para tomar conciencia de tu estilo de vida. Este seguimiento puede encaminarte a identificar las áreas a mejorar y lograr tus objetivos.
Puede ser más fácil mantener tus objetivos cuando tienes un aliado para bajar de peso. Puede ser tu amigo, cónyuge, hermano o padres. La intención es que ambos mantengan una dieta saludable y se motiven para hacer ejercicio.
Si hacer pesas o flexiones en un gimnasio no es para ti, prueba nadar en una piscina local, saltar la cuerda o ¡bailar! Lo importante es que te mantengas activo sin aburrirte.
“La investigación muestra que un sueño inadecuado puede conducir al aumento de peso”, señala Harvard. La mayoría de las personas necesita ocho horas de sueño por la noche. Debes tener energía para mantener tus hábitos saludables al día siguiente.
El desayuno intermitente está recomendado en casos de obesidad mórbida, pero si no es tu caso, no te saltes esta comida. Levántate 15 minutos antes y come con calma para tener una respuesta de saciedad. Desayunar puede ayudarte a decirle adiós a las golosinas, pan y snacks altos en calorías en el resto del día.
La vida sedentaria tiene un impacto importante en el aumento de peso. No pases horas viendo la televisión o jugando en el celular, mantén un registro de tu tiempo frente a la pantalla e intenta reducir el número de horas en un cuarto o un tercio, y dedica ese tiempo a tus esfuerzos para perder peso.
Comer en la calle puede ser lo más fácil si tienes un estilo de vida ajetreado, pero es probable que la mayoría de opciones disponibles ofrezcan comida rápida o alta en calorías. Dedica un tiempo para preparar tus alimentos para que así puedas hacer preparaciones saludables y acordes al estilo de vida que quieres adoptar.