El tamarindo es una leguminosa muy consumida en México, especialmente en invierno cuando se prepara ponche de frutas. También se come en dulces, pero no es muy común incorporarlo a otros platillos del día a día.
Una investigación de Cleveland Clinic indica los beneficios de consumir tamarindo. El dietista Devon Peart, RD, MHSc, dice que este alimento es rico en antioxidantes, calcio, fibra y magnesio.
Los antioxidantes presentes en el tamarindo, en especial el betacaroteno, son sustancias químicas que ayudan a combatir el daño celular que provoca signos de envejecimiento y enfermedades que incluyen:
Cleveland Clinic dice que el tamarindo es muy rico en magnesio. Tan solo una porción ofrece más del 25% de la ingesta diaria recomendada. El magnesio ayuda a la regulación de la función nerviosa y muscular, el mantenimiento del control de la presión arterial y el mantenimiento de huesos fuertes.
Gracias a que la pulpa del tamarindo es rica en potasio, flavonoides y polifenoles, puede ser útil para reducir la inflamación en el cuerpo asociada con lesiones y enfermedades crónicas.
Las semillas de tamarindo pueden ayudar a controlar y tratar la obesidad, según Cleveland Clinic. “La obesidad desencadena cambios metabólicos y hormonales relacionados con una inflamación crónica de bajo grado, pero el tamarindo es un poderoso antiinflamatorio que contiene un inhibidor de la tripsina, una molécula involucrada en las hormonas del hambre y la saciedad que esencialmente puede conducir a una sensación de saciedad”, señalan.
Los expertos apuntan que aún se necesitan más estudios para determinar cómo los inhibidores de la tripsina desempeñan un papel en el tratamiento de la obesidad, pero señalan que la evidencia es prometedora.
“El tamarindo tiene un contenido relativamente alto de azúcar, 34 gramos por media taza, pero también tiene un índice glucémico bajo, lo que significa que no causa picos de azúcar en la sangre”, dice el dietista Devon Peart.
Que el tamarindo tenga propiedades saludables no quiere decir que empieces a comer todos los dulces de tamarindo que veas, pues éstos tienen muchos azúcares añadidos. Lo que se recomienda es comer media taza, en especial la pulpa.
También se puede hacer una pasta de tamarindo al hervirlo y colar su pulpa. La pulpa la puedes hacer en agua, agregarla a otros platos o simplemente comerla así.