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Compartir el hogar con alguien más suele ser una idea genial, ya que hay más libertad, se dividen los gastos y los quehaceres, pero el proceso puede tornarse complicado.

Factores como los diferentes hábitos, horarios y preferencias generales de la otra persona llegan a poner una barrera difícil de derribar.

Una cosa es la relación de noviazgo en donde cada quien vive por su parte y con sus costumbres, y otra es la relación dentro de un espacio en común como pareja estable por tiempo indeterminado.

hizo una investigación sobre los aprendizajes de parejas que se mudaron juntos, la convivencia y lo que les hubiera gustado saber antes de dar el gran paso.

Como resultado, las finanzas fueron un problema que hubiesen deseado evitar, aprendieron a aceptar los defectos de las otras personas, a extrañarlas cuando no estaban cerca e incluso dijeron extrañar dormir solos.

En la galería te dejamos con más aprendizajes y situaciones que es común adquirir al vivir con la pareja.

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