Seguramente sientes felicidad y adrenalina al comprar cosas, pero un nuevo estudio de la Universidad de Cornell recalca que lo nuevo sólo es emocionante al principio. Por eso, dicen, deberías gastar tu dinero en experiencias y no tanto en cosas.
“Uno de los enemigos de la felicidad es la adaptación. La emoción de lo nuevo termina cuando nos adaptamos a ello”, señala Thomas Gilovich, Ph.D., profesor de psicología de la institución.
Por ejemplo, podemos sentir emoción por estrenar un vestido fabuloso, pero no podemos sentirnos “bendecidos” por eso. En cambio, después de vivir un viaje sentimos gratitud por haberlo vivido.
"La gente dice cosas positivas sobre las cosas que compraron, pero generalmente no expresan gratitud por ello, o no lo expresan tan a menudo como lo hacen con sus experiencias", explica.
Las compras conducen a nuevas expectativas. En cuanto nos acostumbramos, buscamos algo mejor. Además, las posesiones fomentan las comparaciones y las envidias.
Para llegar a tales conclusiones, los investigadores estudiaron a 1, 200 personas. La mayoría fue más feliz al estar de vacaciones, ir a conciertos o comer restaurantes que al comprar muebles, ropas y joyas.
Jesse Walker, coautor del estudio, dice que las compras experimentales pueden suscitar más gratitud porque no desencadenan tantas comparaciones sociales como las posesiones materiales.
De entre todas las experiencias que puedes vivir, las más satisfactorias son los viajes. Keith Jenkins, de Velvet Escape, dice que viajar es el catalizador perfecto de la gratitud y felicidad. En nuestra galería, te contamos por qué.