El Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT, por sus siglas en inglés), uno de los centros de investigación más importantes de Estados Unidos, realizó un estudio basado en el uso de luces LED parpadeantes para combatir la enfermedad de Alzheimer.
De acuerdo con un comunicado difundido por el MIT, los investigadores demostraron que las luces LED pueden reducir sustancialmente las placas de amiloide beta asociadas a la enfermedad de Alzheimer en la corteza visual de ratones.
Los investigadores descubrieron que el tratamiento, el cual funciona a base de ondas cerebrales conocidas como oscilaciones gamma, ayuda a reprimir la producción de amiloide beta cerebral y satisface a las células responsables de la destrucción de las placas.
Ante ello, Li-Huei Tsai, directora del Instituto Picower para el Aprendizaje y la Memoria, explicó que aunque se necesita una mayor investigación para determinar si este método podría funcionar con pacientes humanos que padecen Alzheimer, el potencial es enorme porque no es muy invasivo y además es accesible.
Por su parte, Álvaro Pascual-Leone, profesor de neurología en la Facultad de Medicina de la Universidad de Harvard, indicó el estudio mostró que las oscilaciones gamma están vinculadas a la función cognitiva y juegan un papel importante en la limpieza de depósitos.
La enfermedad de Alzheimer se caracteriza por placas de amiloide beta, las cuales se sospecha pueden ser perjudiciales para las células y el funcionamiento del cerebro. Estudios anteriores sugieren que pacientes de esa enfermedad degenerativa también tienen problemas de oscilaciones gamma, que son ondas cerebrales que ayudan a funciones como atención, percepción y memoria.
Actualmente, el laboratorio de la doctora Tsai estudia si la luz puede conducir oscilaciones gamma en regiones del cerebro más allá de la corteza visual, lo cual es muy probable según las indagaciones.
Asimismo, el MIT estudia si la reducción de las placas amiloides tiene efecto sobre síntomas conductuales en los ratones con Alzheimer y si esta técnica podría afectar a otros trastornos neurológicos que contribuyen al deterioro de las oscilaciones gamma.