Los adolescentes, de entre 15 y 17 años, que no tienen relaciones románticas tienen menos depresión y mejores habilidades sociales, en comparación con los jóvenes con pareja, según un estudio realizado por en Georgia.
La investigación analizó las habilidades emocionales, interpersonal y de adaptación de los estudiantes de secundaria y preparatoria, que en Estados Unidos se resume en el nivel escolar de “High School”.
El estudio, publicado en The Journal of School Health, la forma en la que influyen las relaciones amorosas con la forma en que los alumnos se vinculan con el resto de la comunidad escolar.
Los jóvenes que menos citas habían tenido fueron quienes presentaron mejores calificaciones de sociales y liderazgo, así como menor riesgo de depresión, de acuerdo con la impresión de los maestros.
Al emitir sus propias calificaciones, los estudiantes sin relaciones de pareja afirmaron tener menos depresión de la que revelaron los adolescentes con más noviazgos o citas. No obstante, no se notó un cambio en los pensamientos suicidas.
Los científicos a cargo de la investigación destacaron que las citas no son esenciales para el desarrollo de los adolescentes e, incluso, podrían estar perjudicándolo.
Por ello, recomendaron que en las escuelas se realicen campañas de promoción de la salud para normalizar la soltería entre los jóvenes, para no estigmatizarlos como “inadaptados sociales”.
La investigación analizó una muestra de 594 estudiantes que cursaban el décimo grado, la mayoría con 15 y 16 años de edad. Los maestros calificaron las habilidades sociales y emocionales de sus alumnos, mientras que los jóvenes presentaron autoinformes con la misma información.
Los resultados fueron comparados con estudios previos de estudiantes desde el sexto al doceavo grado.
SÍNTOMAS DE LA DEPRESIÓN EN LA ADOLESCENCIA
La depresión es un grave problema que puede provocar daños emocionales, físicos y funcionales en cualquier edad, aunque en la adolescencia los riesgos pueden ser mayores.
Los padres y maestros pueden identificar la depresión en los jóvenes, de forma distinta que en los adultos según estas señales detectadas por la Clínica Mayo: