Neurocientíficos del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT, por sus siglas en inglés) han precisado una región en el cerebro que produce el ánimo pesimista.
El hallazgo fue anunciado esta semana en un artículo publicado a principios de agosto en la publicación Neuron.
“Estos hallazgos pueden ayudar a los científicos a entender mejor cómo algunos de los invalidantes efectos de la depresión y ansiedad se generan, y guiarlos así para desarrollar nuevos tratamientos”, sostiene el MIT en un comunicado.
Muchas personas con desórdenes neuropsiquiátricos como la ansiedad y la depresión presentan ánimos negativos que les hacen enfocarse en que una situación empeorará en lugar de mejorar.
Anna Graybiel, profesora del MIT y miembro del MIT McGovern Institute for Brain Research y autor superior del estudio, comentó que los investigadores perciben un despunte de ansiedad y depresión o una mezcla de ambos.
“Estos problemas psiquiátricos aún son muy difíciles de tratar para muchos individuos que sufren de ellos”, añadió.
Los neurocientíficos hicieron su descubrimiento al estimular la región del cerebro, en animales, llamada núcleo caudado.
La estimulación a esta región hizo que los animales tomasen más decisiones negativas.
Los animales pusieron más énfasis a los inconveniente anticipados de una situación en lugar de sus beneficios.
Cuando el núcleo caudado no fue estimulado no se obtuvieron estas reacciones.
Además, que esta toma de decisión pesimista podía continuar a lo largo y hasta el día después de la estimulación original.
Graybiel añade que el área del núcleo caudado tiene dentro de ella regiones que están conectadas con el sistema límbico, el cual regula el ánimo y envía información a áreas motoras del cerebro como a las regiones que producen la dopamina.
La científica añadió que aparentemente dicha región es tan delicadamente balanceada que tirar un poquito puede desencadenar una cambio de conducta rápidamente.1
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