Un grupo de 30 médicos junto a estudiantes de Medicina intentaron sin éxito este lunes suministrar vacunas contra la gripe a menores en un centro de detención de la Patrulla Fronteriza (CBP) en San Ysidro, California, tras la muerte de niños por el virus estacional en centros similares de EE.UU.
El contingente reunió profesionales de la salud de diversos estados del país, que respondieron a la convocatoria de Families Belong Together, coordinada con el movimiento Cierren los Campos (centros de detenciones).
Bonnie Arzuega, pediatra de Boston, declaró a Efe que "es inaceptable que siete niños han muerto sin la debida atención médica bajo custodia de las autoridades fronterizas".
Dijo además que "por esto venimos a ofrecer vacunas, que podemos aplicar profesionales de la salud con licencia profesional de California, sin ningún costo para la Patrulla Fronteriza o para ICE (Servicio de Inmigración y Control de Aduanas)".
Los médicos trataron de hablar con la Patrulla Fronteriza mediante un intercomunicador a la entrada de la instalación de Chula Vista, en San Ysidro, y también realizando señas hacia el interior del edificio.
Las autoridades mantuvieron cerrado el portón eléctrico de la entrada principal y no contestaron las llamadas.
A partir de este momento, los galenos colocaron sobre una mesa su equipo sanitario. Las vacunas contra la influenza -conocida en EE.UU. como Flu- se mantenían en un contenedor especial con temperatura regulada, según explicó Arzuega.
Luego de un par de horas, los médicos colgaron sobre la entrada principal del centro una tela de grandes dimensiones con la que habían marchado por un par de calles y que decía "No más muertes por influenza".
Paola Luisi, portavoz de Families Belong Together, dijo que el grupo decidió viajar a la frontera "porque esta es la temporada de influeza y es cruel e inhumano que los niños mueran sobre el cemento frío de un centro de detención sin tener las vacunas que les salvarían la vida".
Los organizadores dijeron que dentro del centro de detenciones hay menores de edad, pero no ofrecieron cifras sobre la cantidad.
Las autoridades por su parte no atendieron los intentos de la prensa por conocer detalles.
El pasado jueves, la entidad de investigación periodística ProPublica dio a conocer un video que registra las últimas horas de vida de un menor guatemalteco que murió bajo custodia de CBP.
Las imágenes, captadas por una cámara de seguridad, reflejan los últimos momentos de vida de Carlos Gregorio Hernández Vásquez, de 16 años, quien murió el pasado 20 de mayo en Texas (EE.UU.).
El vídeo muestra al adolescente en una celda de la estación de la CBP en Weslaco, en el Valle de Río Grande, donde había sido aislado junto a otro menor que estaba enfermo.
Hernández había sido revisado por una enfermera en prácticas en el centro de procesamiento de CBP de McAllen, Texas, que le diagnosticó gripe con fiebre de 103 grados Fahrenheit (39,4 centígrados).
En otro caso, el menor guatemalteco Felipe Gómez Alonzo, de ocho años, murió en la Nochebuena pasada por influenza mientras se encontraba bajo custodia de autoridades estadounidenses. Estaba en su sexto día de detención cuando fue llevado al hospital.
La protesta de hoy, que intentó proporcionar vacunas en el centro de detención de San Ysidro, fue vigilada únicamente por la policía de San Diego, sin que se registraran incidentes.
Luego de corear consignas y hablar de algunas experiencias personales, los médicos se comprometieron a regresar en otra ocasión para intentar nuevamente atender a los menores detenidos.