La fatiga va más allá que sentirse cansado y querer dormir todo el día. Para muchos significa una lucha casi imposible de ganar poder levantarse de la cama o iniciar el día de trabajo, en especial si está vinculada a dolor, ansiedad o algún trastorno del sueño que impida el descanso.
Médicamente, la fatiga puede estar relacionada a enfermedades crónicas como la fibromialgia, el síndrome de fatiga crónica, esclerosis múltiple y a infecciones bacterianas o de parásitos y virus como Lyme, ehrlichiosis, babesiosis, y Epstein-Barr.
Especialistas de la Universidad de Medicina de Harvard señalan que la fatiga es regular cuando el cuerpo experimenta una serie de malestares básicos, pero sin sentirse enfermo.
Puede que el cuerpo tenga fatiga regular cuando se siente soñoliento, cuando le hacen más horas de sueño, cuando ha hecho mucho esfuerzo, cuando está estresado y cuando el cuerpo y la mente están agotados por largos periodos.
Por lo general, este tipo de fatiga tiene remedio descansando más tiempo o practicando algún tipo de actividad física como yoga o ejercicio relajante y no imposibilita al cuerpo de levantarse de la cama o hacer sus actividades cotidianas.
La fatiga relacionada con alguna enfermedad crónica es más compleja a tal grado que el cuerpo se ve afectado desde el interior, con órganos dañados, músculos adoloridos, migrañas intensas e imposibilidad de levantarse de la cama o de una silla.
Cuando el cuerpo tiene el tipo de fatiga crónica o relacionada a una enfermedad, existe la posibilidad de que le cueste llevar una vida cotidiana de calidad, más allá de los malestares físicos y el deterioro, puede experimentar falta de concentración, incapacidad de leer, ver televisión o encontrar alguna distracción, incluso interviene en el deseo y necesidad de hablar.
Los síntomas principales de la fibromialgia es el dolor generalizado, el dolor de cabeza con rigidez que desencadena la fatiga y rigidez matinal, así como el cansancio persistente y problemas de sueño.
“Se desconoce la causa de la fibromialgia”, dice el Dr. Benjamin Abraham de la Clínica Cleveland, especialista en el manejo del dolor.
“La genética, el trauma o una infección pueden desempeñar un papel. Las personas que tienen fibromialgia dicen que se siente como tener gripe todo el tiempo”, agrega.
Por su parte, la fatiga o síndrome de fatiga crónica no es un síntoma, sino que es un tipo de cansancio que empeora con la actividad y no mejora con el descanso o sueño prolongado.
Sus síntomas incluyen mareos, dolor muscular o articular, dolores de cabeza, dificultad para concentrarse, así como para pararse de la cama una silla.