Un estudio publicado en el Journal of Clinical Endocrinology and Metabolism indica que existe un momento "ideal" para hacer ejercicio.
Investigadores de las universidades de Bath y Birmingham descubrieron que es mejor ejercitarse antes del desayuno, ya que esto “ayuda a controlar mejor los niveles de azúcar en la sangre”.
El estudio, que duró seis meses, incluyó a 30 hombres con obesidad y sobrepeso, divididos en dos grupos: uno desayunaba antes de hacer ejercicio y el otro después. El grupo que se ejercitó antes de desayunar quemó casi el doble de grasa. Los investigadores atribuyen esto a los niveles más bajos de insulina durante el ayuno.
“Esto significa que pueden utilizar más grasa de su tejido adiposo como fuente de energía. Para probar esta hipótesis, el estudio inicial se realizó solo con hombres, pero futuros estudios buscarán aplicar estos hallazgos a diferentes grupos, incluidas las mujeres”, señalan.
El momento de hacer ejercicio no influyó en la pérdida de peso; esto depende más del tipo de rutina y la frecuencia. Sin embargo, hubo efectos significativos en la salud.
“Los cuerpos respondieron mejor a la insulina, manteniendo los niveles de azúcar en la sangre bajo control y potencialmente reduciendo el riesgo de diabetes y enfermedades cardíacas”, reiteran.
El doctor Javier González, del Departamento de Salud de la Universidad de Bath, menciona que los músculos de quienes se ejercitaron antes de desayunar aumentaron su volumen.
No hay consenso entre los científicos sobre el mejor momento para ejercitarse. En el blog de la Escuela de Medicina de Harvard, la especialista Hope Ricciotti menciona que “realmente no hay un mejor momento del día para hacer ejercicio, solo el mejor momento para usted”.
Hope Ricciotti sugiere elegir un horario en el que se puedan realizar dos horas y 30 minutos de ejercicio de intensidad moderada o una hora y 15 minutos de actividad aeróbica vigorosa.
La Clínica Mayo señala que todos “somos diferentes” y la experiencia determinará el mejor momento para hacer ejercicio. “Presta atención a cómo te sientes durante tu entrenamiento y a tu rendimiento general. Deja que tu experiencia te guíe sobre qué hábitos alimenticios previos y posteriores al ejercicio funcionan mejor para ti. Considera llevar un diario para controlar cómo reacciona tu cuerpo a las comidas y refrigerios para ajustarlo”, anotan.
Si decides desayunar después de hacer ejercicio, se recomienda consumir yogur, fruta, sándwich de mantequilla de maní, pretzels bajos en grasa, batidos y sándwich de pavo con verduras.
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