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Una investigación de la Universidad de Waterloo sugiere que ser multilingüe ayuda a reducir el riesgo de desarrollar demencia.
La investigación, encabezada por la profesora de salud pública Suzanne Tyas, estudió la salud de 325 monjas católicas, miembros de una hermandad en Estados Unidos. El 31% de las monjas que sólo hablaba un idioma desarrolló demencia. Del las monjas que hablaban cuatro o más idiomas, sólo el 6% desarrolló síntomas del trastorno.
Saber dos o tres idiomas no tuvo diferencias importantes en el estudio.
Los investigadores de Ontario, Canadá, enfatiza que el lenguaje es una habilidad compleja del cerebro humano y aprender nuevos idiomas requiere flexibilidad cognitiva. “Tiene sentido que el ejercicio mental adicional de los multilingües al hablar cuatro o más idiomas ayude a que sus cerebros tengan mejor salud, en comparación con los monolingües”, anotan.
El estudio de Waterloo también arrojó que la capacidad de escribir en otro idioma es importante. Destacan que quienes tenían mayor densidad de ideas expresadas en el escrito también tenían menos síntomas de demencia.
Suzanne Tyas admitió que aún hace falta más investigación para determinar qué tan importante es la edad en la que aprende un idioma por primera vez, con qué frecuencia se habla cada idioma y cuán diferentes son entre sí.
¿Qué es la demencia?
La Universidad de Harvard explica que la demencia es un “patrón de deterioro mental causado por diferentes enfermedades o afecciones”. La mayoría de las veces ocurre cuando las neuronas mueren y dejan de hacer sinapsis.
El Alzheimer es causa del 60% de los casos de demencia. Le siguen los accidentes cerebrovasculares.
El primer síntoma es la pérdida de memoria. La Escuela de Medicina de Harvard ejemplifica que olvidar dónde están las llaves es normal, pero no lo es olvidar cómo se usan.
“Junto con la pérdida de memoria, una persona con demencia puede tener problemas con tareas mentales complejas. Pueden tener dificultades para equilibrar una chequera, conducir, saber qué día es y aprender cosas nuevas. Pueden ser desatentos y mostrar un juicio pobre. Su estado de ánimo y comportamiento también pueden cambiar”, señalan.