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Tener una mascota puede ayudar a mantener tu corazón sano, en especial si es un perro. Así lo reveló un estudio realizado por Mayo Clinic en colaboración con el Hospital de la Universidad de St. Anne y la Universidad de Catania.
El estudio examinó la relación entre la tenencia de perros y los factores de riesgo de enfermedad cardiovascular. Participaron 2,000 personas de República Checa entre enero de 2013 y diciembre de 2014, pero se les dará seguimiento hasta 2030.
Se estudiaron los datos de índice de masa corporal, dieta, actividad física, tabaquismo, presión arterial, glucosa en sangre y colesterol total. Luego se compararon los resultados entre quienes tenían un perro y quienes no.
“En general, las personas que poseían cualquier mascota tenían mejor salud cardiovascular, pero los beneficios fueron mayores para quienes tenían perros”, dice Andrea Maugeri, autora principal del estudio.
¿Por qué este resultado? Los dueños de perros practican más actividad física que el promedio; además reportaron una mejor dieta y niveles saludables de azúcar en la sangre.
La División de Cardiología de la Clínica Mayo apunta que tener un perro regularmente lleva a los dueños a salir, moverse y jugar con él.
“Ser dueño de un perro también se ha relacionado con una mejor salud mental en otros estudios y una menor percepción del aislamiento social, ambos factores de riesgo para ataques cardíacos”, anota el Dr. Francisco López-Jiménez.
La Universidad de Harvard también coincide con que los perros tienen un impacto benéfico en la salud de sus dueños. Ayudan a los adultos a estar más tranquilos, atentos y enfocados en su felicidad. Hacen que los niños sean más activos y responsables y propician que los adultos mayores se sientan menos aislados. Por supuesto, ¡cuidan de toda la familia!
“Acariciar a un perro puede reducir la presión arterial y la frecuencia cardíaca”, explican en el estudio Get Healthy, Get a Dog, de la Escuela de Medicina.