TE RECOMENDAMOS
Tener exceso de peso corporal y obesidad te pueden conducir a desarrollar enfermedades como diabetes, enfermedades cardiovasculares y diversas formas de cáncer. Sin embargo, no hay muchos estudios que examinen las relaciones causales entre los hábitos de vida y la obesidad.
Un estudio reciente realizado en Japón, por Yumi Hurst y Haruhisa Fukuda, demostró que comer lento te ayudará a bajar de peso. El objetivo de este estudio fue analizar los efectos que tienden a cambiar la velocidad con la que comen las personas.
Se les tomó el índice de masa corporal (IMC) y se definió como obesidad un IMC de 25 o más. Durante los controles de salud, se les hicieron varias preguntas sobre sus hábitos de vida. Sin embargo, lo que más importó fue la velocidad con la que comían: rápido, normal o lento.
Otros hábitos que se analizaron fueron comer durante las dos horas posteriores al sueño, comer algún bocadillo después de cenar, saltarse el desayuno, la frecuencia con la que consumen alcohol y tabaco, cuantas horas duermen, entr otros.
Se evaluaron los efectos que tienen estos hábitos sobre el IMC y la circunferencia de la cintura de cada persona, con un modelo de ecuación de estimación generalizada. Como resultado se descubrió que comer más despacio inhibió el desarrollo de la obesidad.
Los resultados arrojaron que las personas que comen lento y a una velocidad normal tienen menos probabilidades de ser obesos que los que comen muy rápido y se atascan con la comida, por lo que cambiar la velocidad en que ingieres los alimentos puede ser efectiva para prevenir la obesidad y así reducir los riesgos de salud asociados con esta.
Al ser una investigación basada en la observación, no se establecieron los motivos a profundidad de cómo comer lento está conectado con la pérdida de peso. Sin embargo los resultados fueron contundentes.
En nuestra galería compartimos algunos mitos de dietas que deberías dejar de escuchar si quieres mejorar tu salud.