En los últimos 5 años, el número de estadounidenses que tienen al menos un tatuaje aumentó al 50% de la población.
Por eso es más que evidente que los tatuajes nunca fueron populares y que ya no tienen el estigma de antes, de ser solo para piratas y criminales.
Hoy en día la mitad de los millennials tiene al menos un tatuaje, y en la Generación X el porcentaje de tatuados alcanza el 36%.
Pero esta explosión en la popularidad de los tatuajes viene con algunos problemas de salud que preocupan a los expertos.
De acuerdo a un estudio los tatuajes pueden interferir con la sudoración de la piel, según comparaciones que se realizaron con piel no tatuada, la piel con tatuajes emite hasta 50% menos sudor, afirma el coautor del estudio Maurie Luetkemeier, profesor de Fisiología de Alma College en Michigan.
“También se detectó que la concentración de sodio es mayor en el sudor de la piel tatuada” afirma Luetkemeier “Cuando las glándulas producen el sudor, la piel tiende a reabsorber el sodio y los electrolitos antes de que se pierdan” Por eso los resultados muestran que los tatuajes podrían estar bloqueando dicha reabsorción.
Esto no importa si tienes un solo tatuaje, pero si los tienes en muchas en partes del cuerpo cubierto con glándulas sudoríficas, estos podrían interferir con el proceso en que tu cuerpo retiene los nutrientes.
Esto se complica más aun para personas expuestas a condiciones de calor y trabajos extenuantes, pues podrían llegar a tener problemas de termorregulación corporal.
No es el único problema de salud que ha sido expuesto por la ciencia con respecto a los tatuajes, hay más en nuestra galería.