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A medida que se extienden nuevas variantes más transmisibles del coronavirus, los expertos indican que es el momento de considerar el uso de mascarillas de tipo médico o llevar tapabocas de tela y quirúrgicos al mismo tiempo.
Los científicos estuvieron de acuerdo durante un tiempo en que el virus se expande principalmente por el aire, más que por las superficies, y existe una evidencia creciente de que las pequeñas gotas de la respiración ordinaria o de las conversaciones pueden viajar varios metros y son un modo común de transmisión.
A esto se suma la gran contagiosidad de las variantes emergentes, como la B.1.1.7, que precisa de una menor carga viral para causar un covid-19 sintomático comparado con la cepa más común.
Cuando al principio las autoridades recomendaron que la gente llevara protección facial, los tapabocas adecuados eran escasos y se animó a la gente a que usara soluciones improvisadas de tela tomadas de camisetas o bandanas. Pero estaban lejos de ser ideales.
"El buen funcionamiento de una mascarilla depende de dos cosas: la filtración y el ajuste", explicó a la AFP Linsey Marr, profesora de Ingeniería civil y ambiental en Virginia Tech, que estudia la transmisión de enfermedades por el aire.
"La buena filtración elimina tantas partículas como es posible, y un buen ajuste significa que no hay fugas alrededor por los lados de tu mascarilla, donde el aire -y los virus- pueden colarse", señaló, añadiendo que hasta un pequeño agujero puede reducir la eficacia en un 50%.
Los mejores cubrebocas contra el Covid-19
Los mejores materiales para bloquear pequeñas partículas incluyen el polipropileno no tejido, que se usa para hacer las mascarillas N95 y varios tipos de tapabocas quirúrgicos, así como los filtros HEPA de los aviones. Entre las telas, el algodón ajustado funciona mejor, añadió.
"Si llevas una mascarilla de tela, elige una que tenga múltiples capas, idealmente una con un bolsillo en el que puedas colocar un buen material de filtro", aconsejó Marr. "O puedes doblar el cubrebocas llevando uno de tipo quirúrgico con otro ajustado de tela encima".
Las mascarillas quirúrgicas están hechas de un material que filtra bien, pero tienden a ser demasiado sueltas, por lo que si añades una de tela por encima sujetas los bordes y reduces las filtraciones.
Añadir una capa mejora la filtración -si una capa atrapa el 50% de todas las partículas, combinar dos eleva la eficacia al 75%.
Aunque añadió: "No recomendamos llevar más de dos tapabocas. Añadir más capas muestra resultados decrecientes y puede comprometer la capacidad de respirar. Debe seguir siendo fácil respirar a través de las capas, si no el aire tiene más posibilidades de filtrarse por los lados de la mascarilla".
Los tapabocas con un puente nasal de metal ayudan a asegurar un mejor ajuste, así como las cuerdas que rodean la cabeza, no solo las orejas.
"Debes sentir que la mascarilla succiona hacia dentro cuando respiras, y si pones las manos en los lados de la mascarilla, no debes sentir aire filtrarse cuando expiras", indicó Marr.
Otra opción es hacerse con mascarillas N95, o con sus equivalentes internacionales KN95, FFP2, etc.
"Todas proporcionan un nivel similar de filtración, lo que significa protección de partículas entrando y saliendo", dijo Ranu Dhillon, médico de salud global en el Brigham and Women's Hospital y en la Harvard Medical School.
Dhillon, quien lleva pidiendo el uso de mejores mascarillas desde la primavera pasada, está decepcionado con la falta de mensajes claros para el público sobre la importancia de llevar tapabocas adecuados.
Además, "no ha habido un esfuerzo coordinado para realmente producir y distribuir masivamente estas mascarillas de mayor calibre", agregó.
La clave para comprender la amenaza es pensar en el humo del cigarro, dijo Donald Milton, profesor de Salud ambiental en la Universidad de Maryland.
La ventilación definitivamente ayuda, pero si estás entre una persona que está respirando y un conducto de ventilación, el virus te alcanzará igual, lo que hace las mascarillas tan cruciales, dijo.
Milton y Dhillon son cautelosamente optimistas sobre que sus peticiones se conviertan pronto en normas con la administración del presidente Joe Biden, y CNN informó la semana pasada que el gobierno trabaja en los primeros estándares oficiales para las mascarillas.
Antes de la pandemia, Milton y otros científicos de aerosoles que estudiaban la gripe concluyeron igualmente que ésta se transmitía a través de las pequeñas gotas de las conversaciones ordinarias y la respiración, y que estornudar, toser o la transmisión por superficies tenía menos influencia de lo esperado.
Sus descubrimientos generaron controversia entonces, pero el covid-19 ha renovado el interés en la investigación, lo que significa que las mascarillas pueden convertirse en una imagen común durante lo peor de la temporada de gripes, aún después de que logre sofocarse la pandemia.