El presidente Joe Biden firmó un decreto que confirma que Estados Unidos exigirá a quienes entren al país desde el extranjero hacerse una prueba de covid-19 antes de volar y hacer cuarentena al llegar al país.
Aún no se especifica cuántos días durará la cuarentena ni cuales son otros de sus requerimientos.
La exigencia de prueba de Covid-19 negativa ya fue anunciada la semana pasada por los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC, en inglés). Será un requisito para volar por avión a Estados Unidos a partir del 26 de enero.
Las personas deben realizarse una prueba viral para detectar una infección activa de Covid-19 dentro de los tres días previos (72 horas antes) a la salida del vuelo a Estados Unidos.
Al llegar al país, tras pasar por los filtros de migración, los viajeros deben responder un cuestionario sobre su estado médico y sobre el estado de salud actual.
Si las personas deciden subir a un avión, deberán mostrar los resultados de una prueba de Covid-19 que cumpla con las características dictadas por los CDC.
Otra de sus medidas ordena el uso de cubrebocas en aeropuertos y en la mayoría de aviones, trenes, barcos y autobuses de media y larga distancia, algo que su predecesor, Donald Trump, se negó a hacer.
Biden alertó este jueves de que la cifra de muertos por la covid-19 en su país superará probablemente los 500,000 en febrero, y reconoció que le llevará meses "darle la vuelta" a la estrategia encarada por su predecesor, Donald Trump.
"Las cosas van a seguir empeorando antes de mejorar", dijo Biden durante un acto en la Casa Blanca, en el que firmó una decena de medidas y decretos para acelerar la respuesta a la pandemia.
"La cifra de muertos probablemente superará los 500,000 el mes que viene (...). Nos va a llevar meses darle la vuelta a esta situación", añadió el mandatario.
Estados Unidos rebasó el pasado martes la barrera de los 400,000 fallecimientos por la covid-19 y ha sumado otros 8.000 decesos en las 48 horas siguientes, hasta sobrepasar los 408,000, según el recuento independiente de la Universidad Johns Hopkins.
El pronóstico de Biden coincide con el del Instituto de Métricas y Evaluaciones de Salud (IHME, en inglés) de la Universidad de Washington, que calcula que, si continúa la trayectoria actual, Estados Unidos superará el medio millón de muertos el día 19 de febrero y empezará marzo con más de 521.000 fallecidos por la enfermedad.
"A lo largo del último año, no pudimos apoyarnos en el Gobierno federal para que actuaran con la urgencia, la concentración y la coordinación que necesitamos, y hemos visto el coste trágico de ese fracaso", opinó Biden.
El nuevo mandatario anunció una nueva estrategia para hacer frente a la pandemia como si fuera una "guerra", que incluye medidas para acelerar el ritmo de vacunación, una campaña cuya implementación describió como "un fracaso deplorable".