Brittany Maynard, la chica de 29 años con cáncer cerebral, ha logrado atraer la atención hacia uno de los temas más complicados y estigmatizados: la muerte asistida.
En Estados Unidos, los doctores pueden prescribir una dosis de medicamento letal a pacientes terminales, sin embargo, la eutanasia es ilegal. La diferencia radica en quien aplica el medicamento, en el caso de la eutanasia son los doctores, mientras que en la muerte asistida es el paciente el que decide cuando y donde.
Cuando le fue diagnosticado el cáncer en abril de este año y se le dio el pronóstico de 6 meses de vida, Maynard comenzó a analizar las consecuencias de los tratamientos y considerar la opción de optar por una muerte asistida.
Sin embargo, en el estado de California, donde ella habitaba con su esposo y familia, aún no está aprobado este método, por lo que tuvo que mudarse a Oregon, uno de los 5 estados en EU que lo permiten, para recibir el medicamento que le permitirá terminar con su vida
Maynard hizo público que su último día de vida sería el 1 de noviembre, después del cumpleaños de su esposo.
Después de haber completado toda su lista de propósitos, con la visita al Gran Cañón, anunció que aún se siente con fuerza y con salud para continuar otros días más. Sin embargo, el 1 de noviembre decidió tomar el medicamento, y terminar con su vida.
Su caso ha llamado la atención de todos en Estados Unidos y el mundo hacia una legislación que permita a los enfermos terminales tomar la decisión de morir cuando ya no sea su deseo continuar en este mundo.
La 'Muerte con dignidad', como la organización Compassion and Choices, asociación con la que Brittany ha difundido su historia, explica se trata de una opción que cada persona merece para reducir el sufrimiento final de la vida y morir en comodidad, control y dignidad.
Este tipo de asistencia, es una práctica médica en la que un enfermo terminal recibe un medicamento para poner fin a su vida, de manera autónoma sin la necesidad de intervención médica al momento.
De acuerdo con Compassion and Choices, un 70 por ciento de la población en EU apoya la ayuda al morir.
Los estados que cuentan con esta ley son Montana, Nuevo México, Vermont, Washington y Oregon.
En Oregon, desde 1997, mil 173 personas han solicitado la aplicación de la dosis letal, pero sólo 752 han decidido usarla.
La discusión continúa, pero Brittany está segura que su contribución y el compartir su historia podrá ayudar a otros que se encuentren en la misma condición, a través de su organización Brittany Maynard Fund.
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