Muchos padres acostumbran darle unas nalgadas u otro tipo de golpes a los niños para castigarlos, pero un informe de la Academia Americana de Pediatría (AAP) reveló que esta práctica es incorrecta y dañina para la salud mental de los menores.
De acuerdo con la organización, pegarle a los pequeños constantemente puede generarles una conducta agresiva y desafiante en el futuro, por lo que exhortó a los padres a nunca utilizar este método para imponer disciplina.
La AAP también mencionó que las agresiones verbales también tienen efectos negativos para los niños a largo plazo, especialmente en la autoestima.
Para emitir la recomendación, la asociación se basó en un estudio que analizó el impacto del castigo corporal en niños de tres años de edad. Los pequeños que recibieron golpes más de dos veces al mes resultaron ser más agresivos a la edad de cinco años y a los nueve mostraron comportamientos negativos y problemas de vocabulario receptivo.
Los ataques son mínimamente efectivos de forma inmediata y con el paso del tiempo causan problemas de comportamiento, psicosociales, cognitivos y emocionales para quienes lo sufren.
Las personas que vivieron agresiones físicas también tienen menos volumen de materia gris cortical prefrontal que quienes no las padecieron.
Una encuesta realizada en 2016 sobre el castigo corporal mostró que el 94 por ciento de los pediatras estadounidenses están en contra de esta práctica, por lo que no deberían de ser una actividad normal al criar a los hijos.
Entre los actos que el Comité de los Derechos del Niño busca erradicar se encuentran los golpes con la mano o con objetos, patadas, pellizcos, mordidas, jalones de cabello u orejas, empujones, permanecer en posiciones incómodas o lavarles la boca con jabón.
Consulta en la galería de arriba algunos consejos para educar a los niños sin golpes ni agresiones verbales.