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La es una condición donde los huesos pierden densidad y se vuelven más débiles, en Estados Unidos afecta a más de ocho millones de mujeres y dos millones de hombres, mientras que 12 millones de personas están en riesgo de desarrollarla.

A medida que la enfermedad avanza, la calidad de vida disminuye, las personas corren un mayor riesgo de sufrir fracturas en piernas, rodillas, brazos, pero principalmente en la columna vertebral y cadera, indica .

Tratamientos

Hay una amplia variedad de tratamientos que bloquean la descomposición del hueso con terapias antirresortivas en píldoras e intravenosas que incluyen elementos de bisfosfanatos, zeledronato, raloxifeno y denosumab; y mejoran la formación del hueso con teriparatida y albaloparatida.

Pero, por primera vez desde 2010, los científicos descubrieron una nueva clase de para tratar la condición de forma más efectiva con el componente romosozumab, un agente anabólico e inhibidor de la proteína esclerostina que ayuda a regular el metabolismo óseo y disminuir la descomposición del hueso.

Su función

El Romosozumab está destinado principalmente para las mujeres que ya pasaron la menopausia y desarrollaron un mayor riesgo de fracturas, para las personas con largo historial de accidentes por osteoporosis, o pacientes que no respondieron a otras terapias y medicamentos.

Se inyecta una vez al mes con dos jeringas precargadas separadas para una dosis completa, durante un año, ya que pierde efectividad después de 12 meses.

Expertos recomiendan que el tratamiento se debe complementar con calcio y

Los estudios

La Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA por sus siglas en inglés) aprobó el nuevo medicamento con base en los numerosos ensayos que respaldaron su efectividad.

Las personas que tomaron romosozumab obtuvieron menos fracturas nuevas de columna que los que recibieron el componente de alendronato, el agente atirresortivo denosumab y placebo.

También disminuyeron las fracturas de cadera y la densidad ósea fue mayor en los grupos que probaron la nueva terapia.

Efectos secundarios

Según Harvard, los síntomas secundarios más comunes suelen ser dolores en articulaciones y de cabeza, muy raramente se presenta la osteonecrosis, donde hay una pérdida de tejido óseo en la mandíbula y fracturas atípicas en huesos de los muslos.

Se sugiere consultar con los expertos si las personas con antecedentes de ataques cardíacos, derrames cerebrales o  posibilidades de muerte cardiovascular, pueden tomar este medicamento, es posible que no sea aptos para la terapia.

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