¿Qué tal si sales a bailar esta semana? Millones de personas encuentran en la danza una fuente de diversión, pero también lo es de salud.
No importa el ritmo. Electrónica, salsa, tango… La Universidad de Harvard señala que bailar tiene múltiples efectos benéficos en nuestro cuerpo.
La Universidad de Columbia explica que la sincronización de la música y el movimiento de la danza constituyen un “doble juego de placer”. Mientras la música estimula el cerebro, la danza activa sus circuitos sensoriales y motores.
“La corteza motora está involucrada en la planificación, control y ejecución del movimiento voluntario. Según diversos estudios, el baile implica tanto un esfuerzo mental como una interacción social; esta estimulación ayuda a reducir el riesgo de demencia”, señala Harvard en el blog de la Escuela de Medicina.
Investigadores de la Universidad Estatal de Minot de Dakota del Norte también encontraron que la zumba y ritmos latinos mejoran el estado de ánimo y ciertas habilidades cognitivas, como el reconocimiento visual y la toma de decisiones.
“Otros estudios demuestran que la danza ayuda a reducir el estrés, aumenta los niveles de la hormona de la felicidad (serotonina) y ayuda a desarrollar nuevas conexiones neuronales, especialmente en las regiones que participan en la función ejecutiva, la memoria a largo plazo y el reconocimiento espacial”.
El movimiento como terapia sigue extendiéndose. Ahora se utilizan terapias de danza para tratar enfermedades como el Parkinson.
Los síntomas primarios del Parkinson incluyen la rigidez de las extremidades y el tronco; los temblores y la falta de equilibrio también dañan. Mediante investigación observacional, se ha detectado que los pacientes muestran mejoras al bailar, asegura la Fundación de la Enfermedad del Parkinson.
Ahora que conoces los múltiples beneficios del baile, ¿qué esperas para prenderle fuego a la pista?