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La canadiense Heather Reed padece la enfermedad Kleine-Levinel, también conocida como el síndrome de la Bella Durmiente, y a pesar de que duerme en promedio 22 horas al día, aún así se siente cansada.
De acuerdo con el diario británico The Mirror, Heather vive en la provincia de Nueva Escocia, en donde ha estado luchando contra dos enfermedades debilitantes: la encefalomielitis miálgica y el síndrome de Kleine-Levin durante más de siete años, sin que ambos padeciomientos estén relacionados.
Antes de enfermar, la joven trabajaba como guardia rural y mantenimiento en Canadá, pero actualmente y desde hace algunos meses, de las 8 mil 670 horas que tiene un año, pasa durmiendo alrededor de 8 mil 030.
“Ciertamente tiene un impacto en mi vida. Me siento como un fantasma de mi propia vida. Tenía mi propia casa y coche y estudiaba en la universidad. He tenido una vida muy activa, mental y físicamente”, dijo la ciudadana canadiense.
Pero, ¿cómo se produjo su enfermedad? Un resfriado se convirtió en un padecimiento viral que la dejó postrada en la cama durante casi tres meses, pero al recuperarse se dio cuenta de que nunca lograba descansar por completo.
“Dejé de lado mi vida saludable porque no era capaz de salir de la cama, ya que la fatiga que padecía me arrastraba una y otra vez al mismo sitio. Estaba tan cansada que incluso me dolía físicamente”.
Heather Reed aprendió a convivir con su enfermedad e incluso pudo buscar un trabajo a tiempo parcial para compaginarlo con sus estudios. Sin embargo, en 2014 tuvo que ser sometida a una operación de riñón de manera urgente y su recuperación hizo que su cansancio aumentara de manera considerable.
“Dormía entre 18 y 22 horas al día durante tres meses. Me resultaba imposible mantenerme despierta”, dijo la mujer de ahora 37 años de edad.
De acuerdo con las autoridades de salud canadienses, este síndrome afecta a alrededor de mil personas en todo el mundo y quien lo sufre padece episodios donde duermen la mayor parte del día durante varios días o incluso semanas.