Amanda Seyfried aparece en la portada de noviembre de la revista Allure, con quien tuvo una conversación honesta y abierta sobre un padecimiento mental sufre y por el que se ve obligada a tomar medicamento para controlarlo.
La estrella de películas como Los Miserables, Ted 2, Mama Mia y Dear John le dijo a la publicación que, en la reciente remodelación de su casa en el estado de Nueva York, decidió que no habría estufa en la casita de huéspedes, como resultado del trastorno obsesivo-compulsivo (TOC) que padece y que le hace temer que se pueda incendiar y quemar toda la propiedad.
“Si, es por el gas, fácilmente se puede incendiar si se deja la estufa prendida, o el horno” confirmó la actriz.
El trastorno obsesivo-compulsivo (TOC) es un trastorno de ansiedad, caracterizado por pensamientos intrusivos, recurrentes y persistentes, que producen inquietud, aprensión, temor o preocupación, y conductas repetitivas denominadas compulsiones, dirigidas a reducir la ansiedad asociada, de acuerdo con La Asociación de Psiquiatría de Estados Unidos.
Seyfried también compartió que toma medicamento para controlar el síndrome, y por cerca de 11 años consume “Lexapro”, una dosis baja.
La actriz pidió que se tome con seriedad un padecimiento mental como el suyo, pues la gente suele estigmatizar e incluso minimizar el TOC, pero que este debería tomarse con la misma seriedad que cualquier otra enfermedad.
El padecimiento la llevó a creer que sufría de otras enfermedades, como un tumor en el cerebro, y vivía angustiada sobre su salud, se realizó estudios y el neurólogo la refirió con un psiquiatra, pero que conforme ha ido madurando los pensamientos y miedos se han ido reduciendo.
No es la primera vez que la actriz menciona su padecimiento y salud mental, en 2015 le dijo a Vogue que veía a un psicólogo para superar el miedo escénico.