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En la ciudad de Coos Bay en Oregon se presentó un casó inusual de alucinaciones “contagiosas” para el cual no se ha encontrado hasta el momento una explicación lógica.
Un reporte de la policía informó sobre la llamada el pasado martes al 911 de una cuidadora de una anciana de 78 años de edad; la mujer aseguraba que un grupo de jóvenes estaban tratando de robar el toldo de su auto.
De inmediato un agente fue enviado al lugar, pero no encontró nada fuera de lo normal, explicó el sargento Patrick Downing, portavoz de la Oficina del Sheriff de Coos Bay, según indica el oregonlive.com.
Al día siguiente una llamada al 911 volvió a prender los focos rojos; se trataba de la misma mujer reportando el mismo caso. Esta vez dos agente fueron enviados para trasladar a la mujer de 52 años a la unidad de salud mental del Hospital de Coos Bay.
Sorpresivamente el caso no culminó ahí. Horas después de que la mujer fue internada, los policías encargados del caso comenzaron a sufrir síntomas de mareos intensos y euforia y más tarde la anciana comenzó a presentar las mismas complicaciones.
Todos fueron internados en el área de urgencias.
Ante el poco común caso, un equipo de Hazmat (hazard material) fue enviado a investigar la casa de la anciana, pero no se halló rastro alguno de tóxicos. En un primer momento se explicó que todo podría estar vinculado a los parches de fentanilo, un potente narcótico que la mujer mayor usaba; sin embargo, este producto no tiene la cualidad de esparcirse por el aire, sino que su tratamiento es por la piel.
El sargento Patrick Downing explicó que los dos agentes ya fueron dados de alta, pero que estos estarán asignados de momento a tareas de oficina para vigilarlos de cerca.
