El consumo excesivo de alcohol se ha relacionado con múltiples problemas de salud, personales, profesionales y familiares.
Entre los principales problemas a nivel salud se encuentran enfermedades del hígado, incluida la cirrosis, e insuficiencia cardíaca, riesgo de desarrollar cáncer, depresión y ansiedad, pero recientes estudios relacionan su consumo con problemas genéticos.
Una investigación publicada en la revista Alcoholism: Clinical and Experimental Research apunta que la ingesta de grandes cantidades de alcohol influyen en la herencia genética, aquel proceso por el cual las características físicas, morfológicas o bioquímicas de las personas se transmiten a su descendencia por medio de los gametos (óvulo y espermatozoide).
El pequeño estudio, realizado con 47 personas, arrojó que dicha bebida, genera cambios importantes genéticos de larga duración y con mayores dificultades de superar debido a que el problema influye en las vías cerebrales y recuerdos. Esto se traduce en mayores antojos de alcohol.
“Descubrimos que las personas que beben mucho pueden estar cambiando de ADN de una manera que les hace desear más alcohol”, asegura Dipak K. Sarkar, titular de la investigación.
Los voluntarios se dividieron en tres subgrupos: bebedores moderados, compulsivos y pesados. Posteriormente, los investigadores analizaron la sangre de cada uno y verificaron los niveles de PER2, un gen encargado de regular algunas funciones cerebrales, y el POMC, otro gen relacionado con la producción de proteínas en respuesta al estrés.
Entre los resultados destacó el hecho de que los bebedores compulsivos y los pesados tenían alteraciones en el ADN de los genes antes mencionados, lo que los encaminaba a multiplicar la ingesta y el antojo de bebidas alcohólicas.
En la galería te dejamos con otros efectos sobre la salud ocasionados por el alcoholismo, de acuerdo con informes de Harvard Medical School.