El café es una de las bebidas preparadas más famosas, ricas y consumidas en todo el mundo, y es que es una excelente fuente de propiedades y nutrientes que benefician a la salud general del cuerpo.
Se estima que al menos el 85 por ciento de la población adulta, tan sólo en Estados Unidos, consume café todos los días, principalmente en las mañanas y a mediodía.
Beber al menos dos tazas al día puede proteger contra enfermedades cardíacas, diabetes y algunos tipos de cáncer, pero puede desencadenar otros molestos problemas como la ansiedad, nerviosismo e insomnio, destaca Harvard.
El Instituto Nacional de Salud Mental indica que, en promedio, el 31 por ciento de los adultos estadounidenses están propensos a experimentar en algún momento de sus vidas un trastorno de ansiedad, muchas veces vinculado a la cafeína.
La cafeína aumenta el estado de alerta al bloquear una sustancia química cerebral llamada adenosina, la cual promueve la sensación de cansancio, mientras que al mismo tiempo desencadena la liberación de adrenalina que promueve el aumento de energía en el cuerpo.
Cuando los niveles de cafeína son altos, los efectos ya mencionados se intensifican y provocan ansiedad e incluso ataques de pánico.
Un estudio compartido por Cambridge University encontró que el consumo excesivo de cafeína puede provocar síntomas similares a las condiciones psiquiátricas, incluidos síntomas como trastornos del sueño, aumento de la hostilidad, la ansiedad y los síntomas psicóticos.
Por su parte, los especialistas de la Escuela de Medicina de Harvard señalan que la cafeína imita los síntomas de la ansiedad como nerviosismo, inquietud, problemas para dormir, frecuencia rápida y problemas gastrointestinales.
En promedio, el cuerpo absorbe la cafeína dentro de los 45 minutos posteriores al consumo y alcanza el punto máximo en la sangre entre 15 minutos y 2 horas después, por lo que se cree que en este tiempo los síntomas de ansiedad suelen aparecer con más intensidad.
Harvard recomienda comer alimentos ricos en fibra para retrasar e incluso disminuir los efectos en el cuerpo.
Asimismo, advierte que consumir cafeína con el estómago vacío provoca que los efectos aparezcan más rápido y desencadena síntomas de ansiedad y pánico.
En caso de que la ansiedad aparezca, lo ideal es poner en práctica técnicas de relajación como respiración profunda para ralentizar la respuesta de lucha o huída que experimenta el cuerpo y beber mucha agua para rehidratar el cuerpo.
La Administración de Medicamentos y Alimentos de Estados Unidos (FDA por sus siglas en inglés) sugiere que los adultos sanos no deben consumir más de 400 miligramos de café al día, es decir, entre cuatro o cinco tazas. Sin embargo, las porciones pueden cambiar según la edad, peso, género y genética.
Se debe tener en cuenta que la cafeína no sólo se encuentra en el café, alimentos y bocadillos como el chocolate o los refrescos están repletos de esta sustancia que también pueden promover el aparecimiento de la ansiedad o pánico.
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