Por primera vez, Estados Unidos superó los 10 mil donantes fallecidos de órganos. La cifra alcanzada en 2017 es histórica; representa un aumento de 3% con respecto a 2016 y de 27% en los últimos 10 años.
Según datos preliminares de la Red Unida para Compartir Órganos (UNOS), fue posible realizar 34 mil 768 trasplantes utilizando órganos de donantes fallecidos y vivos. Los más comunes fueron de riñón, hígado, corazón y pulmón.
Aproximadamente el 82 por ciento (28,587) de los trasplantes realizados en 2017 involucraron órganos de donantes fallecidos.
El récord entusiasma a la comunidad médica porque cada vez se salvan más vidas, gracias a la generosidad de las personas.
Sin embargo, el alza en la donación de órganos también se debe al aumento de muertes por sobredosis en el país.
El doctor Dr. David Klassen señala que los adictos “pueden convertirse en donantes de órganos con bastante éxito. "Aquellos que están muriendo de una sobredosis tienden a ser bastante saludables y más jóvenes. Creo que es una situación horrible, pero al donar pueden salvar otras vidas”, señala.
Las autoridades médicas en Estados Unidos han alcanzado una cifra histórica por quinto año consecutivo y esperan que siga aumentando.
"Estamos trabajando con profesionales de donación y trasplante en todo el país para ayudar a identificar oportunidades y mejorar la eficiencia del proceso de aceptación de órganos".
La OMS ha dictado 11 principios rectores para la donación de órganos. Conócelos en nuestra galería.