En las últimas décadas, las dietas bajas e incluso libres de carbohidratos se han popularizado en todo el mundo con la promesa de ayudar a bajar de peso y cuidar la salud de enfermedades crónicas.
Uno de estos regimenes alimenticios en tendencia es la dieta keto, también conocida como dieta ceto o cetogénica.
De acuerdo con informes de la Universidad de Harvard, esta dieta ha sido usada por los profesionales de salud para tratar la epilepsia resistente a los medicamentos, especialmente en los niños, durante 100 años.
Fue en la década de 1970 que las bases de esta dieta se popularizaron en todo el mundo por el doctor Robert Atkins a través de su libro La Revolución Diabética y posteriormente La Revolución Dietética.
La idea principal de la dieta fue ofrecer opciones alimenticias bajas en carbohidratos para bajar de peso. El concepto que planteó Atkins fue un régimen estricto de dos semanas con una fase cetogénica; con el paso de los años se han incorporado enfoques más apegados al plan keto para perder peso.
Cleveland Clinic señala que esta dieta es “alta en grasas y baja en carbohidratos”, por lo que no siempre es una opción saludable para bajar de peso, en especial porque no asegura el mismo efecto en todos los cuerpos.
“Se considera una dieta médica o terapéutica. Esto significa que es extremadamente beneficiosa para las personas con ciertas condiciones, pero no es para todos”, indica la dietista Sharon Jaeger de Cleveland Clinic.
“La dieta cetogénica es esencialmente una dieta alta en grasas por lo que las comidas tienen un 60 por ciento de grasas, alrededor un 30 por ciento de proteínas y un 10 por ciento de carbohidratos”. agrega.
Un estudio de la Escuela de Salud Pública T.H. Chan de Harvard demostró que las personas que consumen una cantidad moderada de carbohidratos viven más que quienes los ingieren en cantidades bajas o altas.
La dieta Keto obliga al cuerpo a usar un diferente tipo de energía, en lugar de utilizar el azúcar de los carbohidratos, utiliza cuerpos cetogénicos producidos por el hígado, a partir de la grasa almacenada.
Para que el hígado produzca cuerpos cetogénicos, una persona necesita consumir entre 20 y 50 gramos de carbohidratos durante varios días. Aunque comer mucha proteína puede interrumpir el proceso.
“La dieta cetogénica cambia el uso de glucosa, que proporcionan los carbohidratos, al uso de cetonas, que produce la grasa, para obtener energía”, explica Jaeger.
Adoptar la dieta keto provoca un aceleramiento del metabolismo, pérdida del hambre, aumento de masa muscular y la presión arterial se controla.
Los expertos han notado beneficios en niños con convulsiones resistentes a medicamentos, también puede aportar beneficios al tratamiento de Parkinson, Alzheimer, esclerosis múltiple, trastornos del sueño, autismo e incluso cáncer cerebral, pero las investigaciones todavía están en curso y no hay datos precisos.
El tratamiento de convulsiones y la pérdida de peso son los beneficios más marcados de la dieta.
Los expertos de Cleveland Clinic apuntan que la dieta también ayuda a personas que tienen obesidad y diabetes que requieren control en los niveles de azúcar.
Si bien se pone en práctica en niños y adultos con problemas de epilepsia, esta dieta no se recomienda en personas con enfermedades cardíacas, así como enfermedades hepáticas.
Debido a la cantidad de grasas, esta dieta puede promover el incremento de colesterol malo vinculado a enfermedades del corazón y el estreñimiento. También causa problemas de riñones o los empeora por la cantidad de proteínas que se deben metabolizar.
Asimismo, puede ocasionar presión arterial baja, cálculos renales, estreñimiento, deficiencia de nutrientes y trastornos alimenticios, por lo que es recomendable consultar con un especialista antes de intentar adoptar la dieta.
La dieta incluye mínimas cantidades de carbohidratos y se centra en las grasas mezcladas con proteínas.
- Carnes rojas, pavo, pollo y embutidos
- Huevos
- Aguacates y aceite de aguacate
- Aceite de oliva virgen extra y aceite de coco
- Pescados como salmón, atún y vieiras
- Verduras como brócoli, espinaca, col rizada, tomates y pepinos s de chía
- Frutos secos como nueces, semillas de lino, pacanas y semillas de chía
Verduras como brócoli, espinaca, col rizada, tomates y pepinos
- Verduras como brócoli, espinaca, col rizada, tomates y pepinos e cabra