Este 13 de abril es Día Internacional del Beso, una fecha destinada a reconocer este acto instintivo humano. La celebración coincide también con la conmemoración del beso más largo de la historia, que duró aproximadamente 58 horas, 35 minutos y 58 segundos en un concurso de Tailandia.
Besar es una de las formas principales para demostrar afecto hacia otros humanos, un acto con el que se demuestra los sentimientos y deseo de cercanía.
Según los expertos, los besos son de los principales mecanismos evolutivos para la vinculación social y algunos de los principales pasos para los mejores placeres fisiológicos, entre otras cosas.
De acuerdo con la ciencia, más allá de los placeres que dan, los besos son fuente de beneficios notables para la salud en general, no importa si son para o provienen de la familia, amigos o pareja.
Los besos hacen que el cerebro libere muchas sustancias químicas que dan una sensación de bienestar y felicidad.
Algunos de los químicos involucrados son oxitocina, dopamina y serotonina, que hacen que el cuerpo se sienta eufórico y fomente sentimientos de afecto y unión.
La oxitocina liberada al besar provoca sentimientos de afecto y apego. En las parejas, esta sustancia ayuda crear un enlace entre ambas personas y les aporta a cada uno satisfacción dentro de la relación y la fortalece para su duración.
Los besos tienen otro impacto importante pero a nivel de autoestima. Investigadores estadounidenses encontraron que los besos reducen los niveles de cortisol mejorando a la par los sentimientos de autoestima.
Un grupo de voluntarios reportaron en un informe que tenían mayores niveles de cortisol cuando no se sentían bien con sus apariencias físicas.
Como ya se mencionó antes, los besos son capaces de reducir el cortisol, la hormona del estrés. Asimismo, los besos y otras comunicaciones afectivas, como los abrazos o las palabras de amor y cariño, impactan en los procesos fisiológicos relacionados con el control del estrés.
El control del estrés incluye qué tan bien se maneja el estrés y la ansiedad. La oxitocina disminuye la ansiedad y el estrés y ayuda a aumentar el sentimiento de bienestar y relajación.
La presión arterial se ve beneficiada a través de los besos, ya que se dilatan los vasos sanguíneos, provocando al mismo tiempo que el flujo sanguíneo aumente y provoque una disminución inmediata de la presión arterial.
Besar a menudo estimula la liberación de adrenalina y noradrenalina, químicos que “emocionan” al cuerpo al aumentar la frecuencia cardíaca y que hacen que esté más alerta y preparado para cualquier tipo de acción.
Cuando los besos son en los labios, se intercambian bacterias, mismas que pueden enfermar o ayudar a aumentar la inmunidad al exponerlo a nuevos gérmenes que fortalecen la capacidad del sistema inmunológico para combatir estas bacterias.
Un estudio publicado en Microbiome encontró que las parejas que se besaban con frecuencia, al menos nueve veces al día, tenían más probabilidades de compartir la misma microbiota en su saliva y en la superficie de la lengua.
Los beneficios de los besos húmedos se centran en la saliva. Los científicos han descubierto que la saliva elimina las bacterias de los dientes, misma que ayuda a descomponer la placa oral.
Por su parte, un beso francés, popular por ser de lengua, ejercita todos los músculos subyacentes de la cara. Cuando estos músculos están relajados, el rostro tiene una apariencia más joven y feliz.
Un estudio de 2013 apunta que los besos románticos, así como otras formas de contacto físico, fortalecen los sentimientos de apego a la persona que se está besando. De esta forma, aumenta el sentimiento de satisfacción en la relación entre parejas románticas.
El mismo estudio destaca que los besos están vinculados con la calidad de una relación, entre más besos, más felices son las parejas.