Cada año, el primer viernes de octubre se celebra el Día Internacional de la Sonrisa, también conocido como World Smile Day, un día que literalmente celebra la sonrisa e invita a las personas a sonreír más, además de repartir bondad y amabilidad.
Originalmente, el día comenzó a celebrarse como inspiración de la cara sonriente de 1963; un diseño amarillo con una enorme sonrisa hecho por Harvey Ball, que se convirtió en el simbolo más reconocible e importante de buena voluntad y mejor ánimo años después.
Si bien en esa época la cara sonriente servía como un medio de comercialización, Harvey tuvo la idea de fundar el Día Mundial de la Sonrisa para hacer actos de bondad en el mundo usando su dibujo de sonrisa como líder del movimiento.
El primer Día Mundial de la Sonrisa se celebró de forma oficial en 1999. Tras la muerte de Ball, en 2001, se creó la Fundación Harvey Ball World que honra su memoria y sus esfuerzos por predicar la bondad.
Esta celebración no sólo sirve para repartir amabilidad y bondad, sino que es un recordatorio de que sonreír es una expresión que indica felicidad, satisfacción y que es capaz de mejorar nuestro estado de ánimo en un día malo.
Especialistas de la Universidad de Harvard señalan que las personas que sonríen más son más felices y sanas, pero ¿cómo es posible? ¿en qué beneficia sonreír?
Si bien las sonrisas son expresiones natas, no todas las personas sonríen y usan otras formas de comunicación para transmitir su actitud positiva. La ciencia ha encontrado varios beneficios de sonreír y son las siguientes:
De acuerdo con los investigadores, la sonrisa promueve la sensación de felicidad en una persona, al igual que el ceño fruncido las hace sentir más enojadas o más tristes.
Las sonrisas promueven la liberación de endorfinas, hormonas encargadas de reducir el estrés y generan la sensación de bienestar y satisfacción
Los científicos han demostrado que las sonrisas mejoran la salud general del cuerpo al ayudar a que el sistema inmunológico funcione mejor, esto se debe a que el cuerpo está más relajado y tranquilo.
Las sonrisas y las risas son capaces de reducir la presión arterial después de provocar un aumento en la frecuencia cardíaca y la respiración.
Los expertos han comprobado esto tomando lectura de la presión arterial y pidiéndole a los pacientes que sonrían durante el proceso.
Un estudio encontró que sonreír y hacer muecas pueden reducir el dolor asociado con una aguja, como una inyección.
Científicos de la Universidad de California, Irvine intentaron descifrar si la manipulación de las expresiones faciales afectan su experiencia de dolor y los niveles de estrés asociados.
Si bien no está claro cómo funciona, los investigadores notaron que un grupo de participantes registraron menos dolor si sonrieron durante una inyección en comparación con los que hicieron gestos de dolor o de tensión.