Cuando viajamos en avión, subimos a un elevador o incluso al sumergirnos en el agua los oídos se tapan y llegan a doler, esto es por el cambio de presión lo que provoca inflamación en el oído interno y en algunos casos la sensación puede llegar a ser muy molesta.
Y si de niños y bebés se trata, en ocasiones el dolor puede ser tan intenso que provoca que lloren sin parar y hacen pasar un muy mal momento al resto de los viajeros.
Para no pasar por eso aquí te damos algunos sencillos tips para tener un buen vuelo y que los niños no sufran durante el trayecto.
Dar abundante agua de preferencia sola ya que ayuda a que el niño trague, y hace que los oídos se destapen. También es recomendable humectar la nariz ya que el aire del avión la reseca.
Con media hora de anticipación del despegue o aterrizaje, es aconsejable dar al pequeño un medicamento para el dolor de oídos previamente prescrito por su doctor.
Durante el vuelo es recomendable que los niños mastiquen chicle o bien consumir caramelos de tamaño adecuado a su edad.
Hacer que el pequeño bostece para ayudar a que la sensación de oídos tapados se elimine también es otra recomendación.
Usar descongestionantes nasales y ponérselos a los niños antes del despegue y aterrizaje, es otro consejo para estas situaciones.
Es mejor mantener a los niños despiertos en los momentos de despegar y aterrizar para que el dolor y las molestias se reduzcan.
En caso de ser bebés es recomendable que les den el biberón o chupón sentado para ayudar a destapar los oídos de los pequeños.
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