Los amigos son aquellos en los que se puede confiar y sacan lo mejor de las personas sin recibir nada a cambio. Este vínculo proviene de las relaciones interpersonales más comunes entre una o más individuos a lo largo de su vida. La amistad se da en diferentes etapas, y se clasifican dependiendo la importancia y la trascendencia que tengan.
Con el paso de los años, esta relación se ve enriquecida por experiencias y convivencias. Un informe de Jeffrey Hall, profesor asociado de estudios en comunicación de la Universidad de Kansas sugiere que existe la posibilidad de considerar una amistad después de 90 horas de conocer a las personas.
En dicho estudio se trabajó con 355 personas y se midió el tiempo en que se establecen las relaciones de conocidos, amigos ocasionales y amigos cercanos. ¿Esto es posible? Se calcularon 50 horas para pasar de un conocido a un amigo casual y debieron pasar 200 horas para que estas personas se convirtieran en amigo íntimos.
Este estudio publicado en Journal of Social and Personal Relationships está basado en el trabajo del doctor Robin Dunbar de 1996 “El número de Dunbar” el cual dice que un individuo puede tener relación amistosa con 150 personas, dentro de este grupo puede haber cinco amigos íntimos, 15 buenos amigos, y aproximádamente 50 conocidos cercanos.
Estas cantidades de relaciones tiene que ver con el de proceso de la neocorteza cerebral y su tamaño, esta corteza controla las emociones y las capacidades cognitivas: memorización, concentración, resolución de problemas y comportamiento.
Hall menciona en su estudio que la mayoría de las relaciones se alcanzan a los 25 años, después de eso las amistades van de picada. A lo largo de los años escolares se conocen a la mayoría de las personas que en el futuro permanecerán en la lista de conocidos, amigos e incluso familia.
Después de los 25, el tiempo, la edad y el trabajo son piezas claves para que las amistades disminuyan y sea más difícil conciliar nuevas. Por lo tanto, en la vida adulta quedan esas cinco personas que estarán en los momentos más difíciles, lo que escucharán las historias más absurdas, los que tenderán un pañuelo en los días tristes y estarán en los más felices riendo contigo.
Serán una segunda familia e incluso parte de la primera, conocerán los nombres de las mascotas, estarán en los cumpleaños, y contestarán las llamadas más importantes, maravillosas o terribles. Mientras que con el resto, gracias a las redes sociales, habrá contacto y posiblemente serán las visitas sorpresas de un domingo por la tarde.
¿Crees que esto sea posible? ¿Cuánto tiempo te lleva hacer amigos?