En gran parte del mundo, las autoridades de salud están utilizando pruebas médicas especiales para detectar el coronavirus en el cuerpo humano.
Existen dos tipos de pruebas disponibles, ya sea para detectar el virus actual con la prueba viral o para saber si hubo una infección previa a través de la prueba de anticuerpos.
Las pruebas de anticuerpos se tratan de análisis de sangre de serología (estudio de los sueros biológicos) que normalmente detectan enfermedades virales como rubéola, sarampión, VIH, sífilis y enfermedades respiratorias como el coronavirus.
Para este último caso, las pruebas ayudan a la búsqueda de anticuerpos, que son proteínas producidas en respuesta a la infección; y a comprender mejor su composición, tiempo de duración y la cantidad de la población afectada, según señalan datos de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC por sus siglas en inglés).
Están diseñadas para indicar si una persona tuvo Covid-19, si fue asintomático o si ya se recuperó.
Las pruebas de anticuerpos no tienen la capacidad de detectar el virus actual, ya que el cuerpo tarda entre una y tres semanas en producir los anticuerpos.
Las pruebas virales indican si se tiene una infección actual. En este caso, ayuda a diagnosticar a un paciente con una infección activa por SARS-CoV2, virus que produce el Covid-19.
Se realizan a través de una verificación de muestras del sistema respiratorio con un hisopo del interior de la nariz.
El test puede indicar negativo si se hace temprano en la infección o cuando no se presentó la infección al momento de hacer la prueba, según indican los CDC.
Cabe destacar que una persona es propensa a enfermar después de hacerse la prueba.
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Si sale positiva, se recomienda contactar a un proveedor de salud para que le dé indicaciones de atención antes de trasladarse a un hospital.
Para realizar ambas pruebas, es necesaria la intervención de las autoridades gubernamentales y de salud.
En indispensable que tomen decisiones sobre cómo, cuándo y dónde se deben realizar las pruebas para prevenir contagios entre los pacientes y los proveedores de atención médica, así como para llevar un control de los resultados positivos y negativos.
La Administración de Medicamentos y Alimentos de Estados Unidos (FDA por sus siglas en inglés) ya aprobó pruebas virales que permiten recolectar muestras nasales en torundas o muestras de saliva desde casa. Sin embargo, al igual que las pruebas médicas, éstas deben ser enviadas a un laboratorio para su análisis.
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