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Durante el verano generalmente incrementan los casos de erupciones en la piel a causa de la exposición a los rayos del sol, el intenso calor o las plantas características de esta época del año.
Uno de los problemas de piel más incómodos en esta estación son las erupciones por el calor espinoso. Se origina cuando una persona suda demasiado y la ropa o el material de una silla impide que escape la transpiración de la piel. Los conductos de sudor se inflaman y causan protuberancias pequeñas que provocan mucha comezón.
La recomendación de expertos de la Universidad de Harvard es dejar que la piel respire con ropa suelta. También se sugiere aplicar compresas frías o una crema con hidrocortisona en la zona irritada.
La alergia al sol es otro de los principales padecimientos que se presentan en el verano. La piel es afectada con erupciones en las zonas expuestas a los rayos solares, como el rostro, las orejas y el cuello.
Las molestias generalmente se presentan en los primeros días soleados de la estación y luego disminuyen, pero para las personas con piel más delicada se recomienda protegerse con bloqueador solar y ropa de algodón el resto de la temporada.
Las plantas también son las causantes de erupciones cutáneas en el verano, pues muchas personas son alérgicas al urushiol, que es un aceite que se puede encontrar en el roble venenoso o la hiedra venenosa.
Al entrar en contacto con el aceite, ya sea de forma accidental o por hacer actividades en un jardín, la piel desarrolla erupciones rojas, con picazón y hasta ampollas que pueden durar hasta 10 días.
Los expertos de Harvard recomiendan lavar la zona con aceite inmediatamente y acudir con un médico que recete un tratamiento con esteroides.
Consulta en la galería de arriba algunos consejos para proteger tu piel del sol este verano.