Científicos de la Universidad de Massachusetts Lowell y de la Universidad Bautista de California identificaron, en un estudio, que reutilizar un cubrebocas desechable podría ser peor que no tener ningún tipo de protección ante el Covid-19.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) y las instituciones sanitarias más importantes del planeta han recomendado el uso de mascarillas durante la pandemia para reducir el riesgo de contagio de coronavirus. Sin embargo, se deben seguir medidas básicas para que la protección sea efectiva.
Usar un cubrebocas reduce la exhalación de partículas cargadas con el virus SARS-CoV-2 y minimiza la inhalación de aerosoles cargados con el virus en el aire.
Según el estudio publicado en AIO Physics of Fluids, las mascarillas quirúrgicas de tres capas ofrecen una eficacia de filtración del 65% la primera vez que se usan, y reducen la capacidad de absorción de las partículas micrométricas para que no lleguen a la nariz, laringe ni pulmones.
La investigación utilizó un sistema de imágenes Schlieren y un sistema de iluminación láser para medir la eficacia de los cubrebocas para detener la propagación del Covid-19.
De acuerdo con los científicos, portar un cubrebocas desechable correctamente ajustado puede reducir significativamente la velocidad y el alcance de las gotículas. En las pruebas con caretas faciales se demostró que algunas gotas todavía se pueden mover y extenderse por una zona grande.
Sin embargo, en los cubrebocas desechables reutilizados se detectó una eficacia de filtración menor al 30 por ciento, por lo que no tiene efectividad para partículas finas menores de 2.5 micrómetros.
Al analizar una mascarilla de tres capas con pliegues, los investigadores de la Universidad de Massachusetts Lowell y de la Universidad Bautista de California descubrieron que cambia el flujo de aire para que ingrese por caminos específicos.
Mientras usar un cubrebocas de tres capas nuevo otorga una protección del 65 por ciento, reutilizar uno al 25 por ciento de efectividad "puede ser peor que no usar uno en absoluto".
Los investigadores advirtieron que usar máscaras faciales con una baja eficacia de filtración lleva a tener una mayor cantidad de aerosoles ambientales depositados, "lo que puede causar más daño que protección".
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