Usar un cubrebocas al salir a espacios públicos o al interactuar con otras personas se ha vuelto imprescindible. Diversos estudios demuestran su utilidad para reducir las tasa de infección por Covid-19.
Pero, ¿cuáles son los mejores? ¿Cómo mejorar su efectividad?
Los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades y Robert H. Shmerling, de la Universidad de Harvard, dicen que es mejor elegir uno con al menos dos capas de una tela “lavable y transpirable”. La tela de tejido apretado es una buena opción. También se aconseja usar cubrebocas KN95 sin válvula.
Aquí los cubrebocas recomendados:
1) Cubrebocas desechables no médicos: Como los azules o los KN95, siempre y cuando se ajusten a la cara sin grandes espacios laterales y que cubra completamente su nariz y boca.
2) Cubrebocas fabricados con tejido transpirable, como las elaboradas de algodón.
3) Cubrebocas de tela de tejido apretado (no dejan pasar la luz cuando se sostienen contra una fuente de luz).
4) Mascarillas con dos o tres capas.
De acuerdo con la Universidad de Harvard, los pañuelos pueden ofrecer poca protección porque no fueron diseñados para brindar una cobertura facial ajustada y generalmente tienen una sola capa.
También se desaconsejan las mascarillas no médicas con respiraderos o válvulas, ya que las partículas de virus pueden escapar más fácilmente a través de ellas.
Las mascarillas no recomendadas:
1) Cubrebocas que no se ajustan completamente a la cara con espacios sueltos.
2) Los que están hechos con materiales difíciles de respirar, como plástico o cuero, porque es más difícil que te lo quites por periodos.
3) Mascarillas con tejido suelto o de punto. La tuya es una de estas si deja pasar la luz.
4) Cubrebocas con una sola capa.
5) Cubrebocas con válvulas o respiraderos de ventilación porque no protegen a quienes te rodean.
6) Usar una bufanda o pasamontañas como cubrebocas.
Los CDC no recomiendan el uso de caretas faciales o gafas protectoras como sustituto de los cubrebocas. Pueden complementarlos, pero no sustituirlos.
Imagen: CDC
1) El cubrebocas debe quedar bien ajustado sobre la nariz y la boca, sin espacios en los bordes.
2) Cuanto más cómodo sea, es más probable que lo uses. Prueba algunos estilos y telas para ver cuál te queda y sienta mejor.
3) Lava tu cubrebocas con regularidad.