El cáncer de próstata es la segunda causa principal de muerte en Estados Unidos. Tan sólo en 2016, último año del que se tiene registro, se reportaron 192 mil 443 casos nuevos y 30 mil 370 muertes.
Las poblaciones más vulnerables a padecer <span >cáncer de próstata </span>son los hombres de raza negra, con edades oscilantes en los 65 y 79 años de edad, según estadísticas de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC por sus siglas en inglés), quienes también indican que por cada 100 mil hombres, se reportan al menos 101 diagnósticos y 19 decesos al año.
Si bien la ciencia vincula su desarrollo con la edad, crecimiento sin medida de las células y el aumento del tamaño de la próstata, los especialistas trabajan en una respuesta comprobada sobre la prevención, así como en métodos que pueden ayudar a disminuir el riesgo de aparecimiento.
Un reciente estudio, publicado por el International Journal of Cancer y citado por Harvard, encontró una relación entre el consumo de hongos y un menor riesgo en el desarrollo de cáncer de próstata entre hombres.
Los autores basaron sus hipótesis en un análisis de datos de más de 36 mil voluntarios de entre 40 y 79 años, se tomó en cuenta información sobre cuidado de la salud, actividad física, antecedentes familiares y dieta.
Los hombres que consumieron hongos entre una y tres veces por semana tuvieron un riesgo del 8 por ciento menos de padecer cáncer de próstata, mientras que los individuos que comieron más de tres veces por semana disminuyeron sus posibilidades un 17 por ciento en comparación de los participantes que no comieron ni una porción.
Se cree que los altos niveles de ergotioneína, un antioxidante de los hongos puede ser el factor preventivo.
Por su parte, la Clínica Mayo señala que elegir una dieta saludable, baja en grasa y lácteos, rica en frutas y verduras disminuye las posibilidades de desarrollo, al igual que mantener el peso saludable, practicar ejercicio diariamente y asistir a consultas médicas periódicas.