¿Alguna vez has escuchado la frase eres lo que comes? Pues también aplica para el cabello. Es importante priorizar una buena alimentación por encima de los múltiples tratamientos que existen para tener una cabellera envidiable.
Investigadores han demostrado que la salud del cabello se puede mantener a través de una buena nutrición. Sin embargo, existen otros factores que pueden afectarlo como la contaminación o el clima.
Si deseas una cabellera de ensueño comienza por seguir estas recomendaciones.
Una dieta equilibrada contribuye a un cuero cabelludo sano. Se recomienda comer al menos 45 gramos de proteína al día, misma que puedes obtener de los siguientes alimentos:
Las dietas con proteínas inadecuadas son perjudiciales para la salud, ya que traerán como resultado un cabello débil y quebradizo, además de que propiciará su caída y la pérdida del color original.
Es importante consumir alimentos ricos en zinc, ya que la deficiencia de éste puede provocar la pérdida de cabello. Consume frutos secos como las nueces de Brasil, almendras y cualquier tipo de nuez. O come verduras de hojas verdes y no olvides hidratarte con agua simple.
Recomendamos: 10 alimentos ricos en vitamina K que debes agregar a tu dieta
El consumo frecuente de ácidos grasos omega- 3 mejorará la salud del cuero cabelludo, gracias a que este bondadoso elemento fomenta la estimulación de los folículos pilosos y glándulas sebáceas. Puedes encontrarlo en el salmón, las sardinas y el arenque. También está presente en la semilla de lino, yogurt, queso cottage, ensaladas y cereales.
De acuerdo con la Clínica Mayo, incorporar a la dieta vitaminas esenciales, grasas saludables y proteínas es lo mejor que puedes hacer, pues aportan una adecuada hidratación al cabello, piel y uñas.
La falta de vitaminas y minerales evita que tengas un cabello saludable. Si llevas una dieta, hazlo bajo la asesoría de un nutriólogo, ya que en ocasiones derivan en adelgazamiento o caída del cabello.
Muchas personas dicen que no es recomendable lavarse el cabello a diario, pero depende de las necesidades de cada persona. La decisión de la frecuencia del lavado se ajusta a los siguientes criterios:
Si, por ejemplo, tienes cabello graso, se aconseja lavarlo todos los días. Pero si, por el contrario, tienes el cabello seco, puedes lavarlo con menos frecuencia.
Es indispensable conocer tu tipo de cabello para saber cuál es el acondicionador que mejor te va, para así evitar daños posteriores. Evita los acondicionadores que contengan ingredientes agresivos, tales como el lauril sulfato de amonio o el lauril sulfato de sodio.
Expertos de Healthline dan las siguientes recomendaciones para lavar y cepillar el cabello.
Cuando el cabello está mojado es tres veces más vulnerable a la rotura, por lo que es indispensable tratarlo con sumo cuidado y no frotarlo en exceso con la toalla. Para cepillarlo, opta por utilizar un peine de dientes anchos para desenredar.
Cuando utilices la secadora no eleves demasiado la temperatura. De preferencia evita utilizarla. Opta por dejar que tu cabello se seque por sí solo al aire libre.
Si deseas que tu cabello crezca, masajea con frecuencia tu cuero cabelludo para estimular su crecimiento y aumentar la circulación sanguínea.
Corta el cabello frecuentemente, cada 10 a 12 semanas es lo recomendable. Al hacerlo mantendrás tu melena en buenas condiciones y evitarás las puntas abiertas.
Lee: Sobrevivientes de Covid-19, ¿pueden padecer caída del cabello?