La comida es la protagonista en toda reunión y fiesta navideña, por lo que el éxito de éstas depende, en gran medida, de lo bien que estén preparados los bocadillos, del sabor, variedad, pero sobre todo, de la limpieza.
Un informe publicado por la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA por sus siglas en inglés) sugiere que los alimentos mal elaborados o contaminados pueden ser la clave para desarrollar, en pocas horas o días, enfermedades relacionadas con el estómago con la presencia de vómitos, diarrea, además de síntomas similares a la gripe.
En primera instancia, los más vulnerables a contraer enfermedades transmitidas por alimentos son los adultos mayores, niños pequeños y bebés, mujeres embarazadas, personas con VIH/SIDA, cáncer o con alguna enfermedad que “debilite” el sistema inmunológico.
Mientras que a las personas sanas, los síntomas duran apenas unas horas o días, para las personas enfermas puede significar una hospitalización y en casos extremos, la muerte.
Según la FDA, ellos se encargan de combatir bacterias, virus, parásitos y otros contaminantes en sus alimentos, pero depende de los usuarios hacer buen uso de la comida y manipularla de forma segura desde el hogar.
Para facilitar la tarea, dichas autoridades lanzan cuatro medidas básicas de seguridad alimentaria que pueden ayudar a prevenir graves enfermedades:
1. Todo debe estar limpio.
2. Separa los alimentos antes de que las bacterias se propaguen entre sí. Especialmente los alimentos que se cocinan como huevos, carnes, mariscos o similares de frutas, verduras y otros elementos que se sirven crudos.
3. Cocina los alimentos con una temperatura interna lo suficientemente alta para matar las bacterias. Los pavos alcanzan una cocción segura a partir de los 73 grados celsius al igual que su relleno, aún si éste está previamente cocido, mientras que las salsas, sopas o comida líquida debe llegar a su punto de ebullición cuando se está preparando o si debe recalentarse.
4. Refrigera los alimentos que lo requieran de forma inmediata porque las bacterias crecen más rápido a temperatura ambiente. Hazlo con las sobras o comida para llevar. No dejes descongelar la comida a por sí sola, mételos al refrigerador o ponla bajo agua caliente o en el microondas.
Cuando prepares la comida para Acción de Gracias, Navidad o en Año Nuevo, no la pruebes si aún está cruda, tenga color u olor “cuestionable”. Si crees que los elementos de la comida o la preparación final está descompuesta, deséchala de inmediato.
Siguiendo estas recomendaciones te protegerás y protegerás a tu familia de una fuerte enfermedad que les impida disfrutar de la temporada decembrina.
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