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Las personas con bebés requieren viajar con leche materna para mantener su alimentación, pero algunos agentes de seguridad en ocasiones ponen algunas trabas para poder acceder con ella en los aviones.
Algunos miembros de seguridad de los aeropuertos estadounidenses obligan a las madres a tirar sus recipientes por sentirse incómodos, aunque es algo que jamás deben realizar.
De acuerdo con la Administración de Seguridad en el Transporte, las restricciones de líquidos no son las mismas para la leche materna, pues se permite viajar en el equipaje de mano con cantidades mayores a los 100 mililitros.
La fórmula de leche para bebés, la leche materna y los jugos se permiten en cantidades “razonables” para el equipaje de mano y no es necesario viajar con un bebé para transportarla.
Si buscas subir al avión con grandes cantidades de este líquido, es mejor preguntar directamente con la aerolínea para no llevarse sorpresas en el momento de la revisión. También se recomienda llegar con mucho tiempo de anticipación, por si el agente de seguridad pone trabas al acceso.
Para la revisión en el aeropuerto, la leche materna debe sacarse de la bolsa para poder verificarla por separado del resto de las pertenencias.
Puede transportarse con bolsas de hielo, paquetes de gel congelado o con otros accesorios para enfriar la leche, pero la mejor opción es el hielo seco.
Además, acaba de entrar en vigor la ley de Aeropuertos “Friendly” para Madres, el cual establece que todas las instalaciones aéreas deben ofrecer lugares privados cerrados para amamantar y no pueden ser usados como baños, según The Points Guy.
Si quieres evitar obstáculos en los aviones, puedes enviar la leche a través de FedEx o UPS, aunque se debe solicitar un enfriador para que no se dañe.
Consulta en la galería de la parte superior otras recomendaciones para viajar con leche materna en un vuelo.
